domingo, 21 de abril de 2019

POR QUÉ VOTARÉ A PABLO IGLESIAS AUNQUE ME CAIGA MAL




Os confesaré una cosa: No me gusta Pablo Iglesias. Creo que es un ególatra con ansias de poder y que nunca ha aguantado que las personas de su alrededor le diesen ni un toque de atención. Y así se desprendió de gente muy válida como Íñigo Errejón o Carolina Bescansa. Sin embargo, sí que creo que hizo algo bien. Y eso fue fundar Podemos, el partido que cambió el modo de ver la política en este país y que podría hacer mucho bien por el mismo.
Dicho todo lo anterior, os aseguro que votaré a Unidas Podemos (y, por ende, a Pablo Iglesias) en las próximas elecciones. Y lo haré porque, en realidad, no tengo otra opción. Soy una persona de izquierdas y ahora mismo Unidas Podemos es la única organización que defiende mis intereses. Cierto es que, en los últimos años, no he estado de acuerdo con ellos en todas las medidas que han defendido, pero siguen siendo los que más medidas defienden favorables a mi persona (y creo que para todo el país).
Podría votar al Partido Socialista, claro, pero después me tendría que decepcionar al ver que pactaban con Albert Rivera en vez de con Pablo Iglesias.
También podría votar a PACMA, pues tengo muy interiorizadas las políticas animalistas y las creo muy necesarias en el Congreso de los Diputados. Pero no sólo de animalismo vive el hombre, sino de economía, trabajo, industria y un largo etcétera en el que creo que PACMA pincharía en hueso.
Si en verdad algo me repugna, del panorama político que se nos avecina, es la posibilidad de que sumen las derechas de PP, Cs y VOX. Creo que todos los avances en políticas sociales de los últimos años se irían al traste, amén de meter a España en un clima reaccionario más propio tiempos pasados que para nada fueron mejores.
Me diréis entonces, ¿por qué te la juegas votando a Unidas Podemos y no optas por el voto útil apoyando al PSOE? Pues porque creo realmente que el voto útil traiciona los valores de la democracia. ¿Acaso yo, como ciudadano, tengo que renunciar a mis ideas para concentrar la mayoría en “algo que se le parece”? No. La democracia es elección, la democracia es variedad, la democracia es debate y mestizaje de ideas. Creo que saldría un gobierno mucho más justo y beneficioso de un pacto entre socialistas y podemitas, que de uno monocolor (ya fuese rojo o morado). Y hay que obligar a nuestros cargos electos (que para eso los elegimos) a que se acerquen, negocien y pacten lo mejor para la ciudadanía.
Desde luego, lo que no haré, es quedarme en casa el próximo 28 de Abril. Muchos son los que dicen que, como un partido no les representa al 100%, no les entrega su voto. Supongo que esos perfeccionistas apagarán un partido de futbol si juega en su equipo un jugador que no les gusta, apartarán un plato de su mesa si un ingrediente no les entusiasma, o se saldrán del cine si uno de los secundarios que aparecen en la película dice una frase sin el tono apropiado.
El esnobismo de la izquierda siempre ha sido su peor enemigo. Como gente crítica que son sus votantes, siempre se ha visto amenazada con la nube de la abstención por una coma aquí o una tilde allá. Sin embargo, la derecha, masa disciplinada, acude a las urnas con el voto preparado de casa y deposita su papeleta en la urna llueva o nieve.
Desde este modesto medio os pido que no caigáis en las trampas de la campaña, no os dejéis engañar por los saboteadores que trabajan para el partido abstencionista y acudáis en tropel a votar (aunque sea un lema de pasadas elecciones del Partido Popular) con cabeza y corazón.

Imperator Caesar Cerverius



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