sábado, 26 de mayo de 2018

CHALETS, ENCUESTAS Y MOCIONES DE CENSURA


Parece mentira cómo pueden cambiar las cosas en una semana. La actividad política española hace siete días estaba anestesiada. Tan solo los coletazos del nuevo President catalánQuim Torra, asomaban en los titulares informativos. El Partido Popular satisfecho al ver que los Presupuestos Generales del Estado iban a salir adelante; el Partido socialista desaparecido desde hace tiempo; Podemos en horas bajas sin terminar de encontrar todo el respaldo electoral que pretenden; y Ciudadanos, envueltos en la bandera de España y su discurso nacionalista, observando cómo no hacen más que subir y subir en las encuestas.
El primer movimiento sísmico se localizó en el partido morado. Las informaciones de que la pareja Iglesias-Montero había comprado un chalet de 600.000 €, a las afueras de Madrid, sacudió la calma y arreciaron las críticas desde todos los lados. Y es que hace 6 años Iglesias había criticado al Ministro de Economía, Luis de Guindos, por gastar esa suma en una compra similar. La falta de coherencia del secretario general podemita ha sido lo más atacado. ¿Acaso una compra es criticable y la otra no? Está claro que Iglesias y Montero pueden gastar su dinero en lo que quieran y que deseen lo mejor para ellos mismos y para los hijos que está en camino pero, ¿era necesario un chalet de 600.000 € y exponerse de esta manera? Se pueden intuir tres opciones:
- No vieron venir este aluvión de críticas.
- Sabían que serían criticados pero no pensaron que se hiciese tan grande la bola.
- Sabían que serían criticados pero les dio igual.
Cualquiera de las tres opciones no está a la altura de los líderes políticos que pretenden ser. Son representantes de un partido de izquierda y que, como nueva política, se regodean de empatizar con sus votantes. No hace falta que vivan en una chabola, pero de ahí a un chalet en las afueras hay una distancia muy grande. Si aun así no querían renunciar a vivir en la casa de sus sueños, quizá éste no era el mejor momento (a un año de elecciones y con Podemos no precisamente con los mejores resultados en las encuestas).
El asunto no sólo ha traído críticas de sus rivales políticos (algo que podría esperarse) sino también de sus afines, que han visto este movimiento como un error que les hará perder votos y cercanía con la gente. Sea como fuere, Pablo Iglesias Irene Montero han decidido zanjar el asunto con una consulta a los militantes. El próximo domingo se sabrá si no sólo dejan su piso de Vallecas, sino también sus actas de diputados y cargos políticos en el partido.
Si parecía que con esto íbamos a tener para unas cuantas semanas, nada más lejos de la realidad. La sentencia del juicio sobre la Trama rtel ha condenado al Partido Popular como partícipe a título lucrativo y ha determinado que tuvo una caja B desde 1989. El Partido Socialista ha salido de su letargo y ha presentado una moción de censura que desaloje a MarianoRajoy y al corrupto (ya no supuesto, sino confirmado) Partido Popular de La Moncloa. Ciudadanos, como de costumbre, no se muestra inclinado a echar al PP del gobierno, pero el apoyo de Podemos está garantizado. Con unos pocos diputados más (algo no demasiado difícil después de la sentencia), la moción podría prosperar.
Con todas las pelotas de partido que ha salvado Rajoy, ésta podría ser la definitiva. Pedro Sánchez, aun sin tener acta de diputado, se convertiría en el séptimo presidente de la democracia reciente. Si Albert Rivera se decide a apoyarle, sería para que convocase inmediatamente elecciones, pero si termina no necesitando sus votos, Sánchez podría acabar la legislatura con un gobierno monocolor.
La incertidumbre se abre sobre el futuro de la política española. Pudiera ser que nada cambiase, no saliese adelante la moción de censura, Rajoy siguiese siendo presidente, Sánchez volviese a su hibernación, Iglesias saliese reforzado de su consulta y Rivera continuase dando discursos más propios del NO-DO que del siglo XXI. Pero también podría darse el otro extremo en el que Rajoy abandone el cargo, volvamoa tener un presidente socialista, Rivera continúe con el himno de España como politono en el móvil (hay cosas que no cambiarán jamás) y Pablo Iglesias pierda su consulta y se tenga que retirar a la Sierra de Guadarrama (donde se sitúa el chalet en cuestión). ¿Quién sustituiría al carismático líder con coleta? ¿Será la hora de Íñigo Errejón? ¿El partido tendrá a un científico en el puesto más alto desde la silla de PabloEchenique? ¿Se buscará a un líder de tendencia parecida a Iglesias en la figura de Ramón Espinar? ¿Llegará la hora de alguna mujer como la andaluza Teresa Rodríguez?
Muchas preguntas, demasiadas, que distraerán durante un tiempo a los representantes de la nación de su obligación: velar por el bienestar de sus representados.

Imperator Caesar Cerverius


lunes, 7 de mayo de 2018

VENGADORES: INFINITY WAR


La primera parte de este post no contiene spoilers.

1000 millones de dólares de recaudación en 10 días. Record en el estreno de 258 millones sólo en Estados Unidos. Casi 400 millones de dólares en presupuesto. Estas son las cifras de Vengadores: Infinity War, la última película de Marvel.
Las perspectivas antes de su estreno eran buenas, pero el resultado ha terminado siendo mucho mejor.
La película de los hermanos Russo (Anthony y Joe) cuida hasta el más mínimo detalle y ofrece un ritmo que casi te deja sin aliento. Ya desde el principio, al aparecer el logo de MARVEL STUDIOS modificado a MARVEL STUD10S, anticipa que vas a ver algo especial. Y es que Marvel ha estado fraguando esta cinta durante 10 años, desde aquella primera película realizada de forma independiente por el estudio, Iron Man (2008).
Durante 18 películas, el Universo Cinematográfico Marvel ha estado tejiendo una tela de araña de interconexiones entre superhéroes que ha terminado cristalizando en esta decimonovena. Con ese ritmo, sin pausa pero sin prisa, el espectador ha llegado a conocer a cada personaje hasta el punto de que este Vengadores 3 no necesite la presentación de los protagonistas y se permita comenzar desde el minuto uno con la acción.
Inspirado en el cómic “El guantelete del infinito”, Infinity War nos muestra el empeño del villano Thanos en su búsqueda de las gemas del infinito.
Ya seas fan de los cómics, conocedor de la franquicia cinematográfica o un espectador sin información previa, esta nueva película de los vengadores no te dejará insatisfecho.

¡¡OJO, ALERTA SPOILER!!
Si aún no has visto la película, no sigas leyendo (o hazlo bajo tu propia responsabilidad).

La película comienza inmediatamente después de la escena post-créditos de Thor Ragnarok. Ya desde el principio podemos ver que Thanos no es el típico villano estándar. Es un personaje inteligente, profundo y capaz de atrapar la atención del espectador. La captura de movimiento realizada por el actor Josh Brolin ofrece una interpretación muy rica en expresiones que ayuda a creerte 100% al villano. El coro de protagonistas muestra la evolución lógica del recorrido llevado en las películas anteriores. Así, podemos ver un Thor más maduro tras perder a su familia y a su pueblo, un Capitán América aquejado por la vida en la clandestinidad, un Iron Man… Bueno, Iron Man no cambia. Siempre es un Tony Stark pleno.
Los chistes en el film corren a cargo de los Guardianes de la Galaxia, que se compenetran perfectamente con el nuevo grupo de compañeros. El humor está cuidadosamente escogido para que no se haga pesado y sirva de descargo en determinados momentos de tensión.
La música exquisita de Alan Silvestri refuerza el poder del guión y potencia la emoción de la película.
Pero vayamos directamente al gran spoiler de la película: el chasquido de dedos y el exterminio de la mitad de la población (y de buena parte de los protagonistas). El final no podía ser menos épico que el resto de la cinta y te deja con la boca abierta cuando, después de ver desaparecer a tus personajes favoritos, ocurre el fundido a negro y el “DIRECTED BY ANTHONY AND JOE RUSSO”.
¿Cómo lo dejan así? ¿Van a revivir? ¿Qué pasa ahora? Multitud de preguntas se cruzan por la cabeza del espectador durante los créditos esperando a que la escena final dé alguna pista y descubrir que (a parte de cargarse a otros dos personajes) la Capitana Marvel tendrá algo que decir en todo esto.
Habrá que esperar hasta el año que viene para saber cómo termina la historia en Vengadores 4. Lo que pasará después es una incógnita. Seguramente varios actores se bajará de este barco en el que han estado montados 10 años. Suenan como posibles abandonos los de Chris Hemsworth (Thor), Chris Evans (Capitán América) y Robert Downey Jr. (Iron Man). La Fase 3 del Universo Cinematográfico Marvel terminará con esa película, pero ya está proyectada la Fase 4 que se prolongará hasta 2021. Además, en declaraciones de Kevin Feige (Presidente de Marvel Studios), de momento hay planeadas películas hasta 2025.
De esta forma, ya sea por resurrección de los personajes conocidos o por su relevo con personajes nuevos, la gallina de los huevos de oro seguirá produciendo películas que nos arrastrarán hasta las salas de cine.
Si no podemos recuperar a nuestros superhéroes favoritos, al menos… ¡¡los vengaremos!!

Imperator Caesar Cerverius