lunes, 14 de marzo de 2016

Recordando la sombra del Coloso


Aprovechando la gripe que me ha azotado toda esta semana pasada, al igual que a muchos de vosotros seguramente, me apeteció ponerme a registrar  un día el cajón de los videojuegos "viejos" (Ese cajón que todos poseemos, pero que tememos abrir por miedo a la nostalgia), en este "Baúl de los recuerdos virtual" he tenido la suerte de encontrar un juego que me ha encendido unas irrefrenables ganas de escribir este post.

A los que no lo hayáis jugado os aconsejo fervientemente que lo probéis, y los que lo hayáis probado seguramente recordareis esta pequeña obra de arte que Sony lanzó para PS2 en 2006.

Este juego, de los creadores de ICO (Otra pequeña obra de arte en forma de CD), narra la historia de amor entre Wander y su amada fallecida, Mono. El guerrero, ahogado en la desesperación por revivir a su amada, viaja hasta un santuario en los confines de la Tierra en el cual habita Dormin, un grupo de espíritus incorpóreos capaces de rescatar el alma de su amada Mono. Pero nada es gratis, a cambio del alma de Mono, Wander deberá derrotar a 16 deidades.


El problema es que las deidades no pueden ser derrotadas por un mortal, así que, con la ayuda de su espada luminosa y su corcel Agro, Wander deberá buscar y derrotar a 16 criaturas titánicas llamadas Colosos, que representan a las deidades en la Tierra.

El juego es brillante desde la originalidad del juego, hasta la banda sonora. El objetivo es localizar a los Colosos con tu espada e ir en su busca a lomos de tu fiel caballo Agro. Una vez que los encuentras la partida se convierte en un rompecabezas para el jugador, debes encontrar la forma de trepar por el enorme cuerpo del enfurecido Coloso (Cada Coloso es diferente y por tanto también lo es la forma de treparlo) sin que este te aplaste con sus pies, patas o armas, dependiendo del Coloso, para finalmente alcanzar los puntos débiles del mismo, que se iluminan a la luz de tu espada. Apuñalar estos puntos débiles es la única manera de vencer a la enorme criatura.

La dificultad para derribar a los Colosos aumenta con cada uno que logres vencer. Intentarán sacudirte como si fueras una pulga, se protegerán con armaduras y obstáculos en su cuerpo que tienes que sortear como si fueras una hormiga sobre un enorme laberinto que no deja de tambalearse.


Los gráficos, muy logrados para la época, su original forma de juego, sus referencias a antiguas mitologías y su aspecto "Anime" le dan una personalidad única. El broche lo pone la banda sonora, un tema musical, a mi parecer increíblemente logrado, que se vuelve más épico a cada paso que das hacia tu objetivo; notas como la música va "in crescendo" conforme escalas los lomos del enorme Coloso.

Sin duda un titulo imprescindible y atemporal que tenéis que jugar al menos una vez en vuestra vida.

P.D.: Gracias Gripe por recordarme este pedazo titulo. Un beso de tu amigo y vecino, Rycumato.



                                                                                                                                                  Rycumato

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