Ayer fue el día de la mujer y la niña científicas, pese a
que estaba preparando otro post diferente, pensé que, esta semana es el mejor
momento para acercaros la figura de una mujer, que admiro enormemente: la
inventora y actriz austríaca Hedy Lamarr. Pero antes de adentrarnos en la vida
de Hedy, aprovechando que ayer se celebró el día de las científicas, quiero
exponeros unos cuantos datos estadísticos al respecto de mujer y ciencia:
Solo el 3% de los premios Nobel de ciencias se han concedido
a mujeres.[i]
Solo el 18% de los galardones de ciencia en España recaen en
mujeres.[ii]
El 63% de los españoles cree que las mujeres no están
cualificadas para ser científicas de alto nivel.[iii]
Solo el 25% del profesorado de investigación en España son
mujeres.[iv]
El 61% de los estudiantes de carreras de arte y humanidades
en España son mujeres, pero en las carreras de ingenierías solo representan el
26%.[v]
Las niñas sacan mejores notas que los niños en la mayoría de
las asignaturas, incluidas matemáticas y ciencias, pero creen que sus
resultados son peores.[vi]
Hedy Lamarr, la inventora del wifi.
Si hablamos de Hedy Lamarr, la mayoría recordarán a la bellísima actriz austriaca de la época dorada Hollywood; se la apodaba como “la mujer más hermosa de la historia del cine”, protagonizó películas junto a Clark Gable, Jimmy Stewart o Spencer Tracy, y por supuesto, tiene su estrella en el paseo de la fama de Hollywood. Sin embargo, no es el único reconocimiento que recibió, resulta ser, que Hedy, también está en el salón de la fama de la Asociación Nacional de Inventores de Estados Unidos. Esto es, porque además de actriz, Hedy fue una brillante inventora.
Hedy Lamarr.
Su nombre original era Hedwig Eva María Kiesler, nació en
Viena en el año 1914. Considerada
superdotada, empezó estudios de ingeniería, pero los abandonó para seguir su
sueño de ser actriz, cosa que sin duda consiguió. Sin embargo, la película que la llevó al
estrellato en 1932, la polémica, Éxtasis[vii],
sería la razón por la que, sus padres la obligarían a casarse con un empresario
armamentístico de ideología fascista, Fritz Mandl.
Este matrimonio le reportó pocas alegrías a nuestra
protagonista, su marido era enormemente celoso, por tanto, la maltrataba y
controlaba todos los aspectos de su vida. Le obligaba a acompañarle a todos los
actos y cenas, ya fueran sociales o de negocios, la convirtió en un trofeo de
exhibición, algo que ella siempre había odiado. La vigilancia de Fritz sobre
Hedwig, llegó a tal punto, que únicamente dejaba que se desnudase y bañase si
él estaba presente.
Esos años de matrimonio retomó la carrera de ingeniería.
Obligada como estaba acompañarlo a todas partes, aprovechaba las cenas de
negocios, para recabar información y aprender sobre las características de la
armamentística y tecnologías nazis.
En uno de los viajes de negocios en los que había acompañado
a Fritz, Hedwig escapó de un restaurante, saltando por la ventana del baño.
Huyó con lo puesto y sus joyas en coche hasta París y de allí a Londres,
durante días la persiguieron los guardaespaldas de su marido. Una vez en
Londres consiguió embarcarse en el Normandie con destino a Estados
Unidos. En el transatlántico conoció al exitoso productor de la Metro Golwyn
Mayer, Louis B. Mayer. Éste le ofreció, en el transcurso del viaje, un contrato
como actriz para la MGM, con una única condición, Hedwig debía cambiar su
nombre, con el propósito de desvincularla de Éxtasis, esta por supuesto
acepto. Antes de llegar a puerto, sobre las aguas del Atlántico nació Hedy
Lamarr.
Con este nuevo
nombre, Hedy quería rendir tributo a la actriz de cine mudo Bárbara La Marr. Se
instaló en Hollywood, protagonizó una treintena de películas como Cenizas de amor, Pasión en redime o Sansón
y Dalila. Sin embargo, rechazo
grandes películas como Luz de Gas o Casablanca, y estuvo a punto de interpretar a
Escarlata O´hara en Lo que el
viento se llevó, pese a estos
desaciertos, su imagen la catapulto a la fama, como una de las grandes
estrellas de la época dorada de Hollywood.
La Segunda Guerra Mundial había dado comienzo, la Alemania nazi había invadido el continente europeo y amenazaba con tomar Reino Unido. En 1941, Hedy decidió aportar su grano de arena, colaboró con el gobierno para desmantelar el régimen nazi con la información y secretos comerciales, que había robado de su marido. Ofreció su trabajo y su preparación como ingeniera, cuando el Consejo Nacional de Inventores, solicitó ayuda a los civiles. Sin embargo, rechazaron su oferta y las autoridades le solicitaron que utilizase su fama para promover la venta de bonos de guerra.
Hedy ideó junto con
su representante artístico, una campaña con la que recaudó millones de dólares;
cualquiera que adquiriese 25.000$ o más en bonos, recibiría a cambio un beso de
la actriz.
Pese a esto, Hedy,
no dejó de trabajar en el campo de la ingeniería y el área de las
comunicaciones, tratando de ayudar con mejoras e innovaciones a los ejércitos
aliados. Identificó un problema en el uso de las señales radioeléctricas, que
guiaban por radio a los torpedos de la Armada de Estados Unidos. La duración de
los mensajes era tan larga, que los hacía fáciles de interferir, lo que
provocaba que se desviaran de su rumbo inicial. Para solventarlo, diseño un sistema que podía
hacer frente a este problema, y que, se ha convertido en la base de la
tecnología que actualmente usamos a diario en nuestros smartphones y aparatos
con GPS, wifi y bluetooth, pese a esto, en ese momento su idea fue aparcada por
el ejército estadounidense.
Su sistema se
basaba en: transmitir mensajes de mando fraccionados en pequeñas partes, cada
una de las cuales se transmitiría secuencialmente cambiando de frecuencia cada
vez, siguiendo un patrón pseudoaleatorio. De esta forma los tiempos de
transmisión eran cortos y espaciados de forma irregular, lo que hacía muy
difícil, por no decir casi imposible, recomponer el mensaje si no se conocía el
código de cambio de canales.[viii]
Este sistema se conoce como, transmisión en espectro ensanchado por salto de
frecuencia (Frecuency Hopping
Spread Spectrum. FHSS).
Para Hedy, diseñar y construir un transmisor y un receptor,
no suponían un problema, sin embargo, le quedaba un cabo suelto en el diseño de
su sistema, ¿cómo sincronizar?
En la época que trabajaba por resolver esta problemática,
asistió a una cena, en la que, conoció a George Antheil, un compositor y
pianistas norteamericano vanguardista. Juntos, se dieron cuenta de que una
señal de radio podía cambiar de frecuencia, utilizando la misma tecnología que
una pianola usa para cambiar las notas. Hedy quedó tan entusiasmada que le dejó
escrito su número de teléfono con pintalabios en la ventanilla del coche de
Antheil e inmediatamente se pusieron a trabajar juntos. Para solventar el
problema de la sincronización usaron dos pianolas, una en el transmisor y la
otra en el receptor; los saltos de frecuencia quedarían codificados con arreglo
a los taladros longitudinales en la banda de papel, como en una pianola común.
La secuencia la de los saltos solo podía ser conocidos, por aquellos que
poseyeran la melodía (la clave), asegurando de esta manera el secreto en
las comunicaciones.
Finalmente, tras varios meses de trabajo, el 10 de junio de
1941 Lamarr y Antheil presentaron al registro la solicitud de patente del Secret
Comunication System[ix]
de Hedy Kiesler Markey[x]
y George Anthcil. La patente quedó aprobada el 11 de agosto de 1942.
Patente del FHSS parte 1.
Patente del FHSS parte 2.
Como ya hemos comentado, el ejercito estadounidense aparcó
el proyecto, ya que, la marina consideraba que el sistema era vulnerable e
inadecuado para ponerlo en un torpedo. Tanto Lamarr como Antheil, no insistieron
y se centraron en sus respectivas carreras en el mundo del cine, como actriz y
compositor de bandas sonoras.
Los avances en la electrónica con la invención del transistor
supusieron que el uso del sistema de Lamarr y Antheil fuera factible. En 1957,
la empresa Silvania Electronics Systems Division desarrollaron el sistema y el
gobierno estadounidense lo adoptó para las transmisiones militares, justo tres
años después de caducar la patente. Su primer uso, se produjo durante la crisis
de los misiles de Cuba en 1962, de ahí se utilizaron en la guerra del Vietnam y
en el sistema norteamericano de defensa por satélite (Milstar). Hoy en día,
tanto los sistemas militares como civiles orientados por voz y datos hacen uso
de sistemas de espectro ensanchado.
Como la patente había expirado en la época en que se hizo
uso del FHSS, Hedy no vio un centavo por ello. Tras la guerra, fundo su propia
compañía cinematográfica con poco éxito; sin embargo, entre rodaje y rodaje, no
dejó de trabajar como inventora y ampliar sus conocimientos: trabajó en la
creación de un nuevo semáforo, una caja de pañuelos de papel mejorada y trato
de crear una nueva pastilla para carbonatar agua. Todo esto tenía que hacerlo
en secreto mientras fuera una estrella de la MGM, para que no perjudicara su
imagen de diva. Esto, unido a que, en la patente aparecía su apellido de
casada, hizo que no fuera reconocida como la creadora del FHSS, mientras se
hacía uso de su sistema.
Con el declive de su carrera artística y su mala fortuna en
lo personal, seis matrimonios fallidos, Hedy se dio al consumo de pastillas, se
sometió a reiteradas operaciones de cirugía estética y se le desarrollo el
trastorno, cleptomanía. Todo esto la llevó a recluirse en su casa de Miami,
para pasar los últimos años de su vida aislada, deprimida y resentida con un
mundo poco agradecido con ella. Pese a esto, finalmente comenzaron a llegar los
reconocimientos y premios a su vida como inventora, sin embargo, ella estaba
tan hastiada de la vida, que todo lo que dijo, cuando le comunicaron la concesión
del Pioner Award fue: “Ya era hora”. No quiso asistir a la
ceremonia de entrega, el 12 de marzo de 1997, teniéndola que representar su
hijo.
Hedy Lamarr recibió otros premios a su carrera como
inventora: En 1997 junto a Antheil recibió el Bulbie Gnass Spirit of Achievement Award, una distinción honorifica concedida por el proyecto Milstar; en 1998
recibió la medalla Viktor Kaplan, otorgada por la Asociación Austriaca de
Inventores y Titulares de patentes; en 1999, el Kunsthalle de Viena
organizó un homenaje a la actriz e inventora más singular del siglo XX y
finalmente en 2014 fue incluida en el Salón de la Fama de la Asociación Nacional
de Inventores de Estados Unidos.
La vida de Hedy,
parece de película sin duda, sin embargo, se trata de una triste historia, en
la que, finalmente primó su faceta de mujer bella, diva y trofeo, que siempre
odió, frente a la de inventora, donde, su papel resultó ser fundamental; ya
que, el sistema que creó junto a Antheil, revolucionaría las comunicaciones de
tal forma, que, de no ser por ellos, el mundo conectado en el que vivimos
actualmente no sería el mismo.
“Cualquier chica puede ser glamurosa. Todo lo que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida.”
Hedy
Lamarr.
Bibliografía
IGNOTOFSKY, R. Mujeres de Ciencia. 50 intrépidas pioneras
que cambiaron el mundo. Capitán
Swing y Nórdica Libros, Zaragoza, 2018.
https://play.cadenaser.com/tag/hedy_lamarr/
cuatro programas dedicados o en los que se habla de Hedy Lamarr.
https://losmundosdebrana.com/2015/03/04/hedy-lamarr-la-inventora/
https://mujeresconciencia.com/
[i] Datos de
la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas.
[ii] Datos
de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas.
[iii] Datos
de Opinion Way.
[iv] Datos
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
[v] Datos
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
[vi] Datos
de la American Psychological Association.
[vii] “Éxtasis, filmada en
Checoslovaquia bajo la dirección de Gustav Machaty, fue el primer film en
mostrar el rostro de una actriz, completamente desnuda, durante un orgasmo. Fue
tachado de escándalo sexual y se prohibió su proyección en las salas de cine.
Le llovieron censuras y condenas, incluida la del Vaticano.” En:
https://losmundosdebrana.com/2015/03/04/hedy-lamarr-la-inventora/
[viii] https://losmundosdebrana.com/2015/03/04/hedy-lamarr-la-inventora/, aquí también amplia
información: “El mensaje o la orden (en caso de control remoto)
utilizaba un sistema binario, modulando la frecuencia portadora con una señal
de baja frecuencia fija, de 100 o 500 Hz, lo que permitía añadir filtros
sintonizados a estas frecuencias en el receptor para eliminar las señales
parásitas mejorando la calidad de la recepción. El receptor estaba sintonizado
a las frecuencias elegidas para la emisión y tenía el mismo código de cambio,
saltando de frecuencia sincrónicamente con el transmisor”
[ix] SECRET COMMUNICATION SYSTEM. Filed June 10, 1941 2 Sheets-Sheet 2 Patented
Aug. 111, 1942 SECRET COMMUNICATION SYSTEM Hedy Kiesler Markey, Los Angeles,
and George Anthcil, Manhattan Beach, Calif. Application June 10, 1941, Serial
No. 397,412.
[x] Hedy uso su apellido de casada en la patente.
Muy buen artículo!
ResponderEliminarMuchas gracias 😊
EliminarMuy bueno 👏👏👏
ResponderEliminarMuchísimas gracias!! 😊
ResponderEliminar