miércoles, 29 de junio de 2016

LA NOCHE DE LOS PERDEDORES


Si la noche del 20-D se mostró como la noche de los ganadores, donde cada candidato se mostró feliz y contento con los resultados obtenidos, la noche del 26-J ha terminado siendo la de los perdedores. Caras largas, ninguna sonrisa e, incluso, alguna lágrima, fueron las fotografías de una velada que arrancó muy diferente al cobijo de unas encuestas que resultaron ser más ficción que realidad.
En el 20-D, Ciudadanos irrumpió en el Congreso con 40 diputados. Si bien las predicciones le auguraban un éxito mayor, los de Rivera pudieron sentirse orgullosos con la representación alcanzada. Este 26-J, sin embargo, la formación naranja se ha dejado 8 escaños por el camino, teniéndose que contentar con 32 diputados. La ley electoral se ha cebado con el partido de Albert Rivera y, seguramente, será uno de los puntos más importantes a tratar en cualquier acuerdo que se quiera alcanzar con ellos.
Podemos, que el 20-D consiguió un magnífico resultado con 69 representantes, creyó ver, en su alianza con Izquierda Unida, la forma de rebasar al PSOE y hacerse con la hegemonía de la izquierda. El bofetón de realidad ha sido mayúsculo al ver que, a medida que avanzaba el escrutinio, los datos de las encuestas se revelaban como falsos y, lejos de producirse el anunciado “sorpasso” al Partido Socialista, los de Iglesias tenían que conformarse con mantener los 71 escaños que en el 20-D habían conseguido las dos formaciones por separado (Podemos + IU).
El Partido Socialista logró el 20 de Diciembre los peores resultados de su historia. Los 90 diputados que consiguió el partido de la rosa eran un fondo que este 26-J se ha mostrado que aún podía seguir bajando. No obstante, el reparto parlamentario y la baja representación del PP, hizo a Pedro Sánchez soñar, aquella noche de 2015, con alcanzar La Moncloa. Los barones de su partido, la negativa de Iglesias a apoyarle gratuitamente y un insuficiente pacto con Ciudadanos, lo impidió. Este 26-J, la representación socialista ha bajado a 85 escaños, batiendo un nuevo record y viendo cómo los sueños presidenciales de Sánchez se esfumaban.
En el país de los ciegos, el tuerto es el rey y, en este país, salvando las distancias con Felipe VI, el rey es Mariano Rajoy. Si en el 20-D el Partido Popular perdió la mayoría absoluta, pero pudo contentarse con ganar las elecciones, en este 26-J ha visto cómo su grupo parlamentario en el congreso iba a crecer hasta los 137 diputados. Las posibilidades de formar gobierno para Mariano Rajoy aumentan enormemente en comparación con el 20 de Diciembre, pero tampoco va a ser coser y cantar. Sumando los 137 escaños populares a los 32 de Ciudadanos y a los 5 del PNV y 1 de Coalición Canaria, se obtiene una suma de 175 diputados, a 1 de la mayoría absoluta. PSOE y Podemos ya han manifestado su intención de no votar a favor de la investidura de Rajoy y el resto de fuerzas nacionalistas en el Congreso (ERC, CDC y EH Bildu) tampoco están por la labor.
El Partido Popular puede mostrarse contento. Rompiendo todas las encuetas, ha conseguido incrementar en 14 escaños su representación. Los diversos casos de corrupción, papeles de Panamá, escandalos de Aquamed o las grabaciones del ministro Jorge Fernández Díaz no han pasado factura al partido de la gaviota. Haciendo una campaña cercana al ciudadano y mostrándose en todo momento con una imagen presidencial, Mariano Rajoy ha conseguido ganar las elecciones, aumentar a 52 escaños la diferencia con el segundo y dejar a tiro de piedra la investidura. Dejando de lado los cálculos de mayoría absoluta, el domingo era el único que tenía algo que celebrar.
Ahora les tocará a los partidos perdedores hacer autocrítica y analizar las causas de su pérdida de votos.
¿Qué ha hecho mal Podemos para dejarse 1,2 millones de votos por el camino? El tono tibio de campaña, la alianza con Izquierda Unida y los ataques recibidos por Venezuela son algunas de las posibles causas.
¿Por qué el Partido Socialista no consigue cerrar su sangría de votos? Quizá la gente ha dejado de considerarles un partido de izquierdas después de sus últimas políticas. Quizá el candidato elegido no es del agrado del votante. Quizá su pacto con Ciudadanos ha irritado a sus correligionarios.
¿Y Ciudadanos? ¿Que sentido tiene subir como la espuma para luego desinflarse como un suflé? Su alianza con Sánchez, el voto útil contra Podemos captado por el PP o el desencanto de la gente con Rivera pueden ser algunos de los motivos de su bajada.
Una cosa está clara. De derechas o de izquierdas, nueva o vieja política, todos los candidatos descartan unas terceras elecciones. Esperemos que, al menos en esto, cumplan su promesa.

Imperator Caesar Cerverius

jueves, 23 de junio de 2016

PATÉ DE CAMPAÑA


Los días están contados para la cita electoral del 26-J. Aunque en lo estricto ha habido dos semanas de campaña, en la realidad los partidos llevan desde el 20-D dando caña y difundiendo sus programas, marcando sus líneas rojas, tomando posiciones... Pero, de hecho, ¿tanto ha cambiado el panorama político desde el pasado 20 de diciembre para que los españoles cambien su voto? Repasemos las situaciones:

El Partido Popular, ganador de las pasadas elecciones, declinó presentarse a la investidura por falta de apoyos. Frente a las voces (incluso internas) que promovían un cambio de candidato, Mariano Rajoy sigue siendo el cabeza de lista. El discurso es el mismo de siempre: No ha habido recortes, lo hecho ha sido por obligación de la Unión Europea, y ya hemos empezado a salir de la crisis. El único cambio, a parte del himno del partido a ritmo de merengue, es la cercanía mostrada por el presidente; acudiendo a algún programa de televisión y accediendo al debate a cuatro.

El PSOE se ha dedicado a hacer la campaña del mártir. Pedro Sánchez se siente herido con Pablo Iglesias por no haberle apoyado en la investidura, así que se ha dedicado a repetir el mantra de la pinza PP-Podemos. El Partido Socialista ha llegado a centrar sus ataques en Iglesias, olvidando a Rajoy, y manteniendo con Rivera un pacto de no agresión. A parte del video en el que se ve a Pedro Sánchez limpiándose la mano después de saludar a unas personas de color, el líder socialista ha pasado sin pena ni gloria por la campaña.

Podemos se ha dedicado a hacer lo que mejor sabe: comunicar. Desde un programa original que recuerda al catálogo de IKEA, hasta las apariciones televisivas y los mítines multitudinarios, la formación morada ha ido creciendo jornada a jornada. Además, su pacto con Izquierda Unida les garantiza anexionarse alrededor de un millón de posibles votantes y que varios escaños que cayeron de un lado en el 20-D, caigan del otro en el 26-J.

Ciudadanos ha utilizado la circunscripción exterior de Venezuela para hacer campaña. Las circunstancias en el país sudamericano y la política de su presidente, Nicolás Maduro, has sido acicate de Albert Rivera contra Podemos. El mismo Rivera viajó a Venezuela, por su cuenta y riesgo, contraviniendo las recomendaciones del Gobierno Español y del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que estaba realizando labores negociadoras entre la Administración de Maduro y la oposición venezolana. Rodeado de una “troupe” de periodistas, Rivera fue, se fotografió y volvió. A parte de Venezuela, de poco más se ha hablado desde la formación naranja.

En esta campaña fuimos testigos del primer debate a cuatro autentico entre candidatos (o sea, sin Soraya, que es muy auténtica, pero como vicepresidenta). Poco nos despejó dicho debate. Cuatro monólogos, algunos ataques y posiciones muy medidas. Pecado imperdonable fue el de dedicar unos cuarenta segundos cada candidato a hablar de violencia de género (y porque fueron preguntados ex profeso por uno de los moderadores) antes de volver a lanzarse los trastos a la cabeza.

En definitiva: Dos semanas (o siete meses, según se mire) en las que los partidos no han ofrecido nada nuevo. Nada que base al elector a cambiar su sentido del voto. Una campaña en la que lo único que se buscaba del votante era que se tragase el teatro. Que se tragase el programa. Que se tragase los ideales que les ofrecían los partidos políticos. Que se tragasen las promesas que les hacían los candidatos. Todo de un bocado y sin masticar. Como el que se traga un canapé de paté. Un paté de campaña.


                                                                                                                     Imperator Caesar Cerverius

martes, 14 de junio de 2016

DESMONTANDO EL DEB4TE


Cuatro contendientes, tres moderadores, cuatro árbitros profesionales para controlar los tiempos, quinientas personas trabajando durante días para organizar la noche, tres grupos de comunicación, miles de esperanzas depositadas en el primer debate a cuatro de la democracia entre candidatos... Resultado: decepción y aburrimiento.
Vayamos por partes. Cuatro contendientes: Mariano Rajoy, presidente en funciones desde hace ya no se sabe cuánto, y tres aspirantes, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera.
Rajoy; del que se esperaba tan poco que, al mantenerse en pie, se dio por buena su actuación. Estamos tan acostumbrados a sus caras de duda y a sus balbuceos cuando una pregunta le pilla a contrapié, que ya no los tenemos en cuenta ni los tomamos como muestra de flaqueza. A excepción del apartado de corrupción, donde no pudo defender lo indefendible, aguantó el envite.
Pablo Iglesias, que se maneja en estas lides como pez en el agua, salió a mantener su segundo puesto en las encuestas al 26-J. Comedido, sin levantar la voz y sin interrumpir a sus contrincantes, se impuso a sí mismo un tono sobrio en el que intentó defender su programa. La mayoría de las encuestas le dan como vencedor del debate.
Albert Rivera, más relajado que en el anterior debate a cuatro de las anteriores elecciones, atacó a diestra y siniestra al PP y a Podemos y mantuvo un pacto de no agresión con el PSOE. Puso a Rajoy contra las cuerdas en alguna ocasión pero no llegó a rozar a Iglesias.
Y finalmente, Pedro Sánchez, que creyó que por sentarle bien el traje y gustarle a la cámara, lo tenía todo hecho. No convenció, no propuso y no se salió de su papel de presidente con investidura fallida.
Hablemos de los tres moderadores: Ana Blanco, Pedro Piqueras y Vicente Vallés. Profesionales como la copa de un pino, pero que en vez de sumar, restaron. Con falta de coordinación y frases entre ellos con el micrófono abierto, solamente Vicente Vallés (representante de ATRESMEDIA) supo inocular algo de dinamismo al debate.
Quinientas personas trabajaron conjuntamente para organizar un encuentro en la Academia de la Televisión que resultó en exceso encorsetado, abusó del ambiente solemne y privó a los espectadores de las réplicas, las interpelaciones y las discusiones. O sea, lo que viene a ser un debate.
La noche del pasado lunes 13-J vimos una serie de monólogos seguidos de unas breves respuestas "por alusiones" en donde el espíritu se desvirtuó y ningún mensaje pudo calar completamente.
Pudimos ver a un Pedro Sánchez, despechado con Iglesias, que todavía no consigue entender por qué no es presidente. Más de ocho veces echó en cara el socialista al podemita la "pinza" que supuestamente creó con el Partido Popular para privarle de la investidura.
Rivera fue otro que también atacó a Iglesias, enarbolando argumentos como que Podemos quiere sacar a España del Euro, la financiación desconocida de la formación morada o la verdadera ideología de su líder.
Pablo Iglesias, lejos de defenderse con uñas y dientes ante los ataques, se limitó a negar con la cabeza y esperar pacientemente su turno de palabra para desmontar, uno por uno, todos los argumentos de Rivera.
En definitiva, cuatro líderes que poco o nada convencieron a los indecisos y que se limitaron a hablar para sus correligionarios. Un debate que perdió sin duda Pedro Sánchez, que no lanzó ni una propuesta y se limitó a mostrar su indignación por su mala suerte con Podemos y a defender medidas ya adoptadas por el PSOE. Un debate que mejoró la imagen de Rajoy, al aceptar sumarse al juego y enfrentarse con el resto de candidatos, y que supo vestirse con una pose institucional que le mantuvo a salvo. Un debate que acercó bastante a Rivera y a Iglesias como vencedores. El uno por incisivo y el otro por buen comunicador, pero que, en mi opinión, ninguno mereció el premio; el uno por vacío de contenidos y el otro por falta de garra.
Paradójicamente, de los tres debates que se han realizado en campaña (el de mujeres, el económico y el de candidatos), ha sido éste, aun siendo el más esperado y preparado, el más insulso. Y es que para este viaje no hacían falta tantas alforjas.

Imperator Caesar Cerverius

lunes, 13 de junio de 2016

REVOLUCIÓN EN LA ALTA COSTURA,CAMBIOS DEL S.XX. (Parte I)

LA BÚSQUEDA DE NUEVAS FORMAS DE BELLEZA.
La Primera Guerra Mundial supuso el desmantelamiento de las viejas estructuras que venían desapuntalándose desde finales del S.XIX, dando lugar a un nuevo estilo de vida. Las sociedades cambiaron radicalmente:  se generalizó el uso del automóvil, la fascinación por los deportes comenzó a despuntar (tenis, automovilismo, ciclismo, boxeo…) y  las mujeres salieron de los hogares, comprendieron que además de esposas ejemplares, se podían convertir en grandes profesionales –no debemos olvidar que la mujer proletaria  hacía tiempo que compaginaba trabajo y hogar-, aumentó el número de las mismas con estudios superiores; su lucha por adquirir sus propios derechos fue mucho más significativa y los movimientos feministas y obreros, comenzaron a movilizarse por la obtención del voto femenino. Las mujeres cambiaron su visión del mundo,  reivindicaron su papel en el mismo y como expresión de estos cambios también lo hizo su forma de vestir, espejo de la nueva mujer que llegaba con el nuevo siglo; se rechazó el corsé por un nuevo modelo de belleza centrado en los hombros y con el inicio del conflicto bélico se buscó la funcionalidad de los trajes sastre.
Todos estos cambios sociales y culturales se aceleraron con la Primera Guerra Mundial, sin embargo este proceso había comenzado antes, a finales del S.XIX y principios del S.XX eclosionando en la década de los diez.  Como ya dijimos en otro post, hablar de moda no era hablar de ropa, sino hablar de la expresión de una misma sociedad; la mentalidad femenina cambiaba y por tanto también lo hacía su indumentaria, el primer gran cambio fue el fin del uso del corsé y este hecho no se consiguió con las protestas feministas, ni quejas médicas de su insalubridad; sino que fue la alta costura la que impuso el cambio de la mano de una serie de diseñadores que cambiaron por completo la perspectiva de lo bello en el cuerpo de la mujer, Paul Poiret y Mariano Fortuny fueron dos de los diseñadores que hicieron posible este cambio; de esta forma en el siglo XX, se evolucionó de una forma encorsetada, artificial y poco práctica a una forma igualmente elegante pero más natural, de la mano del  sujetador.

A finales del S.XIX los diseñadores de primera línea como Charles Frederick Worth, Jacques Doucet y Jeanne Paquin, seguían fieles al uso del corsé y a las sensibilidades del Modernismo, cuyo objetivo como remarca Reiko Koga en MODA. Una historia de la moda del siglo XX. , era alcanzar la belleza combinando opulencia y elegancia, sus diseños y creaciones precisaban corsés que desvirtuaban la forma natural femenina, creando la artificial silueta en forma de “S”. Las mujeres vestían estos diseños en cenas, fiestas, eventos públicos o en la calle, pero esta vestimenta les privaba de movilidad y comodidad.
Sería Paul Poiret el primero en proponer un nuevo estilo femenino que desterraba el corsé, no lo hacía con ningún fin reivindicativo -o eso dice en su biografía-, sino en una búsqueda de nueva forma de belleza: En 1903 aparecía su “abrigo Confucio”, corte recto y línea holgada y en 1906 sus vestidos de “estilo helénico”, eran diseños sin corsé, de cintura alta, el centro de gravedad pasaba de la cintura a los hombros.  En sus creaciones destacaban tejidos de colores brillantes y provocadores, adornos llamativos y exóticos, creaba los pantalones de odalisca, las faldas de medio paso y popularizó el uso de turbantes.  Sus diseños se inspiraban en Oriente,  pero no era él único, el Orientalismo se impuso en aquellas décadas en todos los aspectos culturales y artísticos occidentales.
Los descubrimientos arqueológicos en Grecia, Egipto y Mesopotamia;  la traducción y publicación en occidente de Las mil y una noches, los debuts de los Ballets Rusos en París en 1909 y la guerra rusojaponesa de 1904-1905 que supuso una creciente pasión por el país nipón; marcaron la literatura, el arte, la arquitectura y el diseño, europeos.
Ilustración 2: Les Choses de Paul Poiret 1911 por George Lepape.













Poiret y la casa de moda Callot Soeurs encontraron en Oriente una fuente de inspiración inagotable, fascinados por sus tejidos y las estructuras de sus prendas, destaca el kimono japonés, elegante en su forma plana y en su apertura, ya apuntaba como señala Koga, a la nueva relación entre cuerpo y vestimenta.
Pero Poiret y las casas de moda francesas no fueron las únicas en imponer un nuevo estilo de vestir,  sino que se dio en el resto de Europa. El genial Mariano Fortuny español afincado en Italia, creó un innovador diseño de inspiración griega, que combinaba funcionalidad y decoración en un hermoso vestido plisado  de estilo clásico que denominó Delphos.  Los finos pliegues moldeaban el cuerpo femenino y su decoración se lo daba el mismo movimiento, sin necesidad de ornamentación alguna, ya que la mínima acción cambiaba brillos y tonalidades en la prenda.
También debemos reseñar  el  Wiener Werksätre,  fundado en 1903 por Josef Hoffman en principio se planteó para dedicarse a la encuadernación, artesanías y  arquitectura, sin embargo en 1911 sacó su propia línea de moda, con novedosos diseños  como los vestidos saco.
No nos olvidamos de la moda masculina, pero  en estas décadas apenas evolucionó en comparación con los grandes cambios que se estaban dando en la indumentaria femenina: los bajos de los pantalones se estrecharon y las chaquetas pasaron a ser ligeramente más holgadas, una vez más se buscaba la libertad y naturalidad de movimiento del cuerpo humano.

Es en este momento cuando los medios de comunicación posaron su vista en la moda, vieron un nuevo campo sobre el que trabajar y esto ayudó a la expansión de la influencia de las principales casas de moda europeas (especialmente parisinas) al resto del mundo. Revistas como Vogue (1892, Nueva York) y la Gazette du  Bon Ton (1912-1925, París), adquirieron gran cantidad de suscriptores y lectores, deseosos de estar a la última moda; el éxito de las revistas radicaba en la calidad de sus ilustraciones,  se entró en lo que se denominó la época dorada de la ilustración de moda, artistas relevantes prestaron sus servicios a los magazines,  gacetas y diseñadores. Una vez más Poiret  se imponía como el gran innovador, al crear un catálogo de modas con sus colecciones  de forma individual para poder mostrarlas al público: Les robes de Paul Poiret  (1908 por Paul Iribe) y Les Choses de Paul Poiret (1911 por Georges Lepape).
El mundo de la moda empezaba a mover a compradores, proveedores, periodistas y jóvenes diseñadores de todo el mundo que viajaban a París a formarse, obtener información de las últimas tendencias, negociar etc., para poder controlar la programación de colecciones, evitar la imitación, la venta fraudulenta o de material no autorizado, en París se fundó  en 1910 Le Chambre Syndicale de la Couture Parisienne. Con ello se sentaban las bases del sistema que permitiría a París conservar su hegemonía como centro de la moda mundial hasta hoy día.

El estallido de la Primera Guerra Mundial, aceleró todos los cambios sociales y culturales, pero a su vez frenó en gran parte la actividad del mundo la moda. Las mujeres asumieron  responsabilidades y trabajos propios de los hombres que ahora estaban en las trincheras, con lo que la moda cambió de nuevo, la mujer necesitaba ropa cómoda, sencilla y  faldas cortas y prácticas, no trajes ni vestidos de fiesta adornados, ya que no había nada que celebrar, sino mucho por lo que luchar. El artículo estrella de esta época sería el traje sastre, cien por cien funcional. No sería hasta el final del conflicto cuando se produciría a un nuevo resurgir  de la moda, reflejo de la nueva mujer, sus diseñadoras de vanguardia Gabrielle (Coco) Chanel y Madeleine Vionnet y de nuevo París como centro de referencia mundial de la moda, sin embargo todo esto lo comentaremos ampliamente en el próximo post.

Miss Rocher de la Tormenta






BIBLIOGRAFÍA
VARIOS AUTORES, La colección del Instituto de Indumentaria de Kioto. MODA.Una historia de la moda del siglo XX., Ed Tachen, Köln, 2002.
FOLLET K., Fall of the Giants, Ed Pan MacMillian, London, 2010.

domingo, 5 de junio de 2016

ALMA-TADEMA (Parte II)

En la década de los 70 del S.XIX su arte se convirtió  verdaderamente popular en Inglaterra, momento en el que el pintor decidió trasladarse allí de forma definitiva con sus dos hijas pequeñas  Laurence y Anna. Su primera esposa había fallecido y el pintor volvió a contraer matrimonio en esta ocasión con Laura Teresa Epps, modelo en muchos de sus cuadros y extraordinaria pupila del mismo.  Alma-Tadema decidió estrechar sus lazos con su nuevo país y cambió su nombre por el anglicismo del mismo Lawrence.
Como ya comentamos en la primera parte, desde 1870 hasta su muerte en 1912, su trabajo estuvo dominado por escenas del mundo clásico. Los efectos plateados que profería a la luz en sus cuadros, los consiguió  usando tonos pastel en los suelos y oscuros en edificios y partes superiores de la escena, un método similar al utilizado por los pintores italianos pre- Rafaelistas.  Curiosamente, la luminosidad, la consiguió con pintura y no con barnices o lacas, de hecho en una ocasión Alma-Tadema remarcó:
I never varnished a painting yet but once, and that turned out to be a failure” (“Nunca he lacado una pintura salvo una vez, y resultó ser un fracaso”)
Alma-Tadema complementaba con colores  la luminosidad: los rojos pompeyanos de las décadas sesenta y setenta, para pasar a los contrastes entre tonos pastel y marmolees (blancos, ocres y grises) con los azules del mar (que recuerdan a los colores de zafiros y lapislázulis), remarcados con destellos rosas y carmesís como en Esperanzas (1885).  La bancada de mármol representada en esta pintura, será un escenario recurrente para él en otras de sus obras, siempre capturada, desde diferentes ángulos con el fin de conseguir variadas perspectivas y efectos lumínicos.  Otros dos de sus escenarios favoritos, se localizaban en su propio estudio, diseñado a un lado con motivos y mobiliario egipcios y al otro con pompeyanos.
Ilustración 1: Esperanzas.
Aunque el pintor experimentó con diferentes composiciones, tal vez una de sus más audaces la encontramos en la vertiginosa Una piedra de perspectiva (1895),  en la que observamos a elegantes mujeres que esperan la llegada de sus seres queridos, cuyo barco aparece representado a lo lejos, bajo el balcón de mármol sobre el que ellas están asomadas. El efecto conseguido en este cuadro influenciará los decorados y escenarios usados en las películas del cine épico.
Alma-Tadema también se sirvió del floreciente arte de la fotografía, para conseguir dichas perspectivas y usarlas como guía; a su vez la utilizó para crear un catálogo de referencias y ejemplos, en el que archivo más de ciento sesenta y ocho imágenes, cuidadosamente ordenadas  en secciones: arquitectura clásica,  ornamentación y diseños clásicos y joyería.
Pero no sólo era metódico para documentarse y archivar sus investigaciones, sino para ordenar su trabajo, Alma Tadema enumeró toda su obra lo que ha permitido realizar una reconstrucción total y  cronológica de la misma.
El pintor cuidaba de forma extrema todos los detalles, incluso las miniaturas que aparecían en sus pinturas; en las ocasiones que tenían visitantes les servía de una lupa para que pudieran examinar su trabajo. Para que podamos entender a que nos referimos, en su obra Las flores de Heliogábalo (1888), cada flor que aparece en el cuadro es una réplica de una flor real, pero lo pintó en invierno, con lo que cada semana durante  cuatro meses hizo que le trajeran rosas de la Riviera francesa. A pesar de dicha precisión, sus trabajos no pueden ser considerados  pedantes ni ser descritos como académicos;  es más, en muchas ocasiones despedían una falsa sensualidad como En el Tepidarium (1881).
Ilustración 3: Las flores de Heliogábalo.
Su obra es un reflejo de su propia vida, amante de las fiestas, extrovertido, le gustaba hacer chistes y bromas, beber vino y las mujeres. Sus amigos le llamaban cariñosamente “Tad” y para la posteridad quedarán las famosas tardes de lunes en su casa.  Sus casas eran una extensión de sus cuadros destacando la 17 de Grove End Road, St. John´s Wood, que era una reproducción de una domus pompeyana: Su puerta principal estaba construida a imagen y semejanza de la entrada de la Eumachia, en la que grabó la inscripción “Salve”. La columnata alrededor del jardín, recuerda a los peristilos romanos y aparece en muchos de sus cuadros como escenario principal.
Ilustración 4: En el Tepidarium.
A pesar de su precisión y detallismo, nunca se tomo su arte de forma excesivamente seria, prueba de ello es la siguiente anécdota: en una ocasión se presentó en el Instituto de Acuarelistas vestido como un emperador Romano, coronado con guirnaldas.  Esta personalidad tan marcada, le trajo las críticas y envidias de muchos de sus contemporáneos, como el pintor John Singer Sargent que declaró en una ocasión:
“I suppose it´s clever. Of course is clever….but of course it´s not art…” (Supongo que esto es inteligente. Por supuesto que es inteligente… pero por supuesto que esto no es arte…”)
Obviamente hubo otros menos críticos y otros que fueron grandes seguidores y admiradores de él y su obra. No por nada Alma-Tadema fue uno de los artistas victorianos y eduardianos más  reconocidos y ricos de su época, convertido en caballero en 1899 paso a ser Sir Lawrence Alma-Tadema, mientras que en 1905 le premiarían con la Orden del Mérito.  Murió el 25 de Junio de 1912 a la edad de setenta y seis años en Wiesbaden, Alemania, donde había ido a recuperarse de una terrible enfermedad; su cuerpo fue enterrado con todos los honores en la Catedral de San Pablo en Londres.

Tras su muerte y a lo largo del S.XX, fue un artista que cayó en el olvido de muchos, para volver a resurgir un renovado interés en las décadas finales del mismo y principios del S.XXI.  No debemos olvidar  que sus cuadros fueron pintados para el entretenimiento y disfrute.  Son muchos estudiosos y críticos de arte actuales que opinan,  que  él posiblemente consideró su obra lo que es, arte del escapismo, un idilio con la lujuria y la indolencia, reflejo de este tipo de vida a la que cualquiera querría aspirar, pero sólo unos pocos lo consiguen.  



Miss Rocher de la Tormenta







ÍNDICE ILUSTRACIONES
Portada: Antonio y Cleopatra 1883.
Ilustración 1: Esperanzas 1885.
Ilustración 2: Una piedra una perspectiva 1895.
Ilustración 3: Las flores de Heliogábalo 1888.
Ilustración 4: En el Tepidarium 1881.
Ilustración 5: Sir Lawrence Alma-Tadema 1870.

BIBLIOGRAFÍA
VARIOUS ED., Alma Tadema., Academy Editions, London, 1977.