miércoles, 28 de junio de 2017

LA NARRATIVA DE LA PISTOLA


Hace unos días acabé de leer Patria, la novela de Fernando Aramburu ambientada en el País Vasco durante los años de mayor actividad de ETA en la década de los ochenta y en los noventa. Un punto fundamental del libro es que viene a reflejar las tensiones y complejas relaciones sociales del terrorismo en el País Vasco poniendo el foco en un pequeño núcleo rural. De este modo, se atiende a cómo se percibía y vivía a ETA por parte de sus verdugos y víctimas en un ambiente cerrado e incluso dentro de las propias familias.
Quizás por ello, por haber abierto un camino nuevo en el relato del terrorismo etarra, Patria ha sido el libro del último año y de este mismo. Ahora bien, algunos han intentado ir más allá y encumbrar la novela haciendo de ella una obra canónica que marcará un antes y después sobre el fenómeno del terrorismo etarra en España. No niego que es un libro que aporta muchas novedades -los estudios históricos de la violencia de ETA se han realizado atendiendo a un orden cronológico o con el análisis de ETA como organización, desde su germen, escisiones y consolidación como banda terrorista en los años ochenta frente a otras organizaciones-; ya que Aramburu se inclina por el estudio del tejido social del terrorismo cuando este marcaba los pasos frente a las indefensas víctimas y de cómo las relaciones vecinales se modificaban si alguien era primero señalado y luego asesinado. Pero este tema ya ha sido abordado en numerosas ocasiones de forma individual o por asociaciones de víctimas de ETA como COVITE, que han relatado en numerosas ocasiones el ambiente opresivo que se respiraba en el País Vasco en los años setenta y ochenta o cómo se afrontaba el hecho de que un familiar, vecino o amigo entrara a formar parte de ETA o fuera una víctima del terrorismo. Patria puede servir de amplificador de sus vivencias, recuerdos o memorias, pero en esto la novela no presenta nada original. Tal vez solo que su relato pueda escucharse más alto o llegar a un público más amplio.
Pero me temo que a corto o medio plazo nada va a cambiar. Se está corriendo el riesgo de -como se hizo a gran escala con el Nazismo en Alemania tras la IIª guerra mundial o con la Transición en España- sepultar la memoria y el recuerdo de las víctimas en favor de un rápido y muy frágil olvido. En los años ochenta hubo un debate histórico y filosófico muy intenso y polémico en la Alemania occidental sobre la cuestión del nazismo, puesto que las nuevas generaciones se empezaron a preguntar y a cuestionar su pasado ante el olvido deliberado de las autoridades gubernamentales. Y en el País Vasco puede suceder otro tanto. Está por ver cómo se aborda y desde qué puntos de vista se hace un estudio del fenómeno del terrorismo incluyendo el relato de las víctimas y si se hace desde dentro, por historiadores o sociólogos de la Universidad del País Vasco.
Porque, aunque ETA tenía la capacidad de movilización y organización para atentar en distintos puntos de España como Madrid, Zaragoza, Barcelona, Sevilla o en el Levante español, era también un terrorismo socialmente opresivo que se ejercía en las calles de los pueblos y ciudades vascas. En los mercados, en los parques, y por supuesto en las “herriko tabernas”. Y no solo con las pistolas, sino también con las palabras y gestos. Mucho más sutiles, pero terriblemente efectivos.

Por tanto, los estudios históricos sobre ETA deben venir también desde dentro, por aquellos que han conocido mejor el clima de miedo y terror asfixiante que se realizaba hacia las víctimas y aportar un punto de vista sociológico a la violencia. Si ocurre lo contrario -y parece que seguirá así a tenor de que apenas hay nuevas publicaciones históricas en fechas recientes- se corre el riesgo de sepultar la memoria bajo escombros de tierra y olvido que dará lugar a una paz frágil en el momento de cuestionarse el pasado y su narrativa.


sábado, 24 de junio de 2017

CIENCIA FICCIÓN VS REALIDAD (Parte I)



Todos hemos visto alguna vez una de esas películas en las que una nave viaja por el espacio a la velocidad de la luz, o donde se tele-transporta a sus tripulantes de un planeta a otro mágicamente.  Y por supuesto, el famoso y recurrente rayo láser que sale disparado de naves y pistolas con ese ruido tan característico. Pero, ¿Cuánto de verdad hay en todo esto? ¿Seguro que estos artefactos se comportarían así en un futuro real?

Por desgracia, aunque muchos elementos de la ciencia ficción son factibles e incluso se han hecho realidad ya en el mundo real, otros muchos violan totalmente las leyes de la física de nuestro universo conocido.

En esta primera parte vamos a ver una de las cosas con las que todo fan de la ciencia ficción ha soñado alguna vez:


HIPERVELOCIDAD

Este es un tema muy recurrente en las películas del espacio y de los viajes interestelares. Se ha llamado de muchas formas a lo largo de la historia de cine: Hiperespacio, Hipervelocidad, Impulso de curvatura, velocidad superlumínica…y todas aquellas palabras molonas que se nos puedan ocurrir…

Lo cierto es que, como dijo Albert Einstein, nada puede viajar más rápido que la luz. 300.000 km/s es el límite universal de velocidad para cualquier nave que se preste. A esa velocidad daríamos la vuelta a la Tierra 7 veces en un solo segundo, llegaríamos a la Luna en poco más de 1 segundo y al Sol en tan solo 8 minutos. Parece una velocidad increíble y aun así el universo es tan enormemente gigante que la luz tarda 100.000 años en llegar de un extremo a otro de nuestra vía láctea, tarda 5 años en llegarnos desde la estrella más cercana a nuestro planeta y varios millones de años en llegarnos desde la galaxia más cercana. La luz tarda tanto en viajar por el universo que en alguna galaxia estarán contemplando ahora mismo cómo se formó la Tierra hace 5.000 millones de años.

Por eso, el capitán Kirk (Star Trek), Cooper (interstellar) y Han Solo (Star Wars) tienen que ingeniárselas para poder viajar de un lado a otro de la galaxia en mucho menos del tiempo que transcurre una vida humana. Pero usan métodos muy diferentes:



Star Wars y la hipervelocidad.


Este método es tan simple como impulsar la nave con sus potentes motores hasta alcanzar la velocidad de la luz, igual que hacemos con un coche o un avión, pero a lo bestia. Bueno… esto en realidad no es tan sencillo. Según Einstein y su famosa formula E=MC2 , cuanto más aceleramos más aumenta nuestra masa, de tal manera que si llegamos a la velocidad de la luz seríamos tan masivos que necesitaríamos una cantidad de energía casi infinita para poder seguir moviendo la nave.  Simplemente no se puede hacer. Podríamos viajar a una parte de la velocidad de la luz, que ya sería mucho, pero aun así debemos contar con la fricción de micrometeoroides, polvo estelar y partículas cargadas que golpearían nuestra nave a tal velocidad y con tanta energía que acabaríamos desintegrados tan rápido que apenas nos daríamos cuenta. ¡Ah! Y tampoco veríamos esa estela de estrellas pasando a toda velocidad frente a nosotros, las estrellas están tan lejos que apenas las veríamos moverse, así que el viaje tampoco sería trepidante como en el halcón milenario.


Star Trek y el motor de curvatura.

Como dijo Jeff Goldblum en Independence Day, “Si no podemos atravesar sus defensas, tendremos que rodearlas”, o sea, si no podemos superar el límite de velocidad podemos intentar buscar un punto débil en las leyes de la física que nos permita alcanzar nuestro objetivo. Un físico llamado Miguel Alcubierre ideó hace unos años una teoría que podría permitirnos viajar a la velocidad de la luz o incluso más rápido, pero sin movernos y sin violar las leyes de la física, es el llamado motor Warp o motor de curvatura.


Esquema del funcionamiento del motor WARP imaginado por Alcubierre.
El sistema consiste en curvar el espacio que se encuentra alrededor de nuestra nave, de tal manera que estiramos el espacio detrás de nosotros y lo contraemos delante, en realidad lo que estaríamos moviendo es el propio espacio.

Es como si tuviéramos un juguete encima de una alfombra y tirásemos de la alfombra que acercarnos el juguete, en realidad el juguete sigue en el mismo sitio de la alfombra, pero se ha movido hacia nosotros. Nuestra nave surfearía en una ola de espacio tiempo, pero sin moverse dentro de su burbuja de espacio. Por tanto, podríamos viajar a la velocidad de la luz o incluso cientos de veces más rápido que la velocidad de la luz, pero sin infringir el límite de velocidad de Einstein, puesto que, dentro de nuestra burbuja de espacio no nos estamos moviendo para nada.


En esto se basó Star Trek para viajar a través del espacio con su nave Enterprise. El problema sigue siendo que se necesitaría una cantidad ingente de energía para curvar el espacio tiempo de semejante manera, pero esto podría solucionarse con un motor de anti-materia, que están aún lejos de existir. La anti-materia es lo opuesto a la materia, en contacto la una con la otra se convierten en pura energía, pero se necesitaría toda la economía de una superpotencia para generar un gramo de anti-materia y además es peligroso, ya que, si fallase la levitación magnética, la anti-materia entraría en contacto con la materia normal del interior del motor y la nave entera se desintegraría por completo.


Interstellar y los agujeros de gusano.

Si no podemos viajar a la velocidad de la luz para llegar a nuestro destino, ¿Por qué no coger un atajo? De nuevo, el bueno de Albert dijo que el espacio se podía curvar y estirar como si fuera una tela o un tejido, y más tarde ideo una teoría con su colega Nathan Rosen que predecía que también se podrían hacer agujeros de gusano (O puentes Einstein-Rosen) que nos permitiesen llegar de un lugar a otro de la galaxia sin tener que viajar todo el camino hasta allí, igual que un gusano atraviesa una manzana por en medio sin tener que rodearla completamente.

En esto se basa el viaje que realiza Cooper en Interstellar para llegar a una galaxia lejana en poco tiempo.


De nuevo nos surgen problemas de energía. Los agujeros de gusano son muy inestables, y explotarían al entrar, igual que explota una pompa de jabón cuando intentamos meter el dedo dentro. Por tanto, necesitaríamos una energía exótica llamada Energía negativa, algo que aún no entendemos del todo, ni sabemos cómo utilizar o canalizar de alguna manera.


Así que, como veis, no es tan fácil viajar por el espacio como lo hace el Halcón Milenario, tirando simplemente de una palanca. Pero quién sabe, quizás dentro de unos siglos nuestra visión de las leyes de la física cambie por completo y podamos viajar hasta donde nos lleve nuestra imaginación con solo pensarlo.


domingo, 18 de junio de 2017

PERDER PARA GANAR


Un país en crisis, un gobierno inoperante, un partido asolado por los casos de corrupción y un presidente que no reacciona, pero que tiene una mayoría en el Congreso de los Diputados que le permite seguir con su inactividad. Frente a todo esto, un líder político que, aun sabiendo que no le dan los números y que su propuesta va a fracasar, decide decir basta. Ese es el sentido de la moción de censura planteada por Pablo Iglesias. Condenada al fracaso antes, incluso, de presentarse.
El Partido Popular sigue con su estrategia de indiferencia, como si todos los casos de corrupción que salpica a sus dirigentes no fuese con ellos.
Ciudadanos hace mucho tiempo que demostró que aquello del cambio político y echar a los corruptos de las instituciones lo decían con la boca pequeña. Han apoyado incondicionalmente al Partido Popular sin importarle el nido de corruptos en que se ha convertido.
El Partido Socialista lleva meses con sus luchas internas y no ha estado a la altura como principal partido de la oposición. Con su abstención, permitió a Rajoy ser investido presidente, de forma que ellos mismos han sido parte del problema.
Por último, los partidos nacionalistas. Los catalanes sólo tienen una cosa en mente: el referéndum. No hay quien los saque de ese callejón sin salida y poco o nada quieren saber de otros temas. Los vascos y canarios venden su voto por una partida presupuestaria. "Con perras, chufletes", que suele decirse. De esta forma, el gobierno también puede tener esos escaños controlados a golpe de talonario.
Con este panorama, Podemos ha decidido dar un golpe de efecto. Con su moción de censura repite aquello que ya dijo Unamuno: "venceréis, pero no convenceréis". Le dice a la sociedad que ellos no forman parte de ese juego sucio y no se resignan a estar cuatro años haciendo el paripé en el Parlamento. Acosarán al gobierno hasta derribarlo o hasta que, desde su interior, se tomen medidas con los corruptos. Guardar silencio, como hacen otros partidos, es una forma de permitir sus prácticas. De comulgar con ellos. Y eso no es algo a lo que el partido de Pablo Iglesias esté dispuesto.
Ésta ha sido la tercera moción de censura de la democracia. Las otras dos también fracasaron. Una del Partido Socialista a Adolfo Suárez y otra de Alianza Popular a Felipe González. Como la de Podemos, las otras también nacieron ya muertas, pero ambas tenían un objetivo: hacerse ver en el parlamento como alternativa de gobierno.
Lo que en esta ocasión ha sido una derrota, puede convertirse en victoria si Podemos y el PSOE deciden caminar juntos para poner fin al gobierno corrupto del PP.
Soplan nuevos vientos para la socialdemocracia con la victoria de Pedro Sánchez y, quizá, el reloj que mide el tiempo que le queda a Mariano Rajoy en La Moncloa se esté quedando sin arena.
Pablo Iglesias no ha conseguido ser presidente. Puede que nunca lo sea. Lo que no puede negársele es que ha traído la renovación a la anquilosada democracia española y no parece tener intención de parar esa renovación hasta que ésta llegue a todos los estratos institucionales del país.

Imperator Caesar Cerverius

domingo, 11 de junio de 2017

PEDRO I, EL RENACIDO


Pedro, de la Casa Socialista, llamado "El renacido". El primero de su nombre en ocupar la secretaría general, el vigésimo que lidera el partido, el primero que es elegido directamente por los militantes. No una, sino dos elecciones primarias ganó, el mismo número de elecciones generales que perdió. Pero eso quizá fue porque llevaba el programa de otros, en vez del suyo propio. Le trataron como a un títere, le maniataron a la hora de forjar alianzas y le quisieron obligar a dar su voto a un gobierno de derechas. Esto último no lo consiguieron, pues él prefirió dimitir que renunciar al ya famoso "no es no". Ahora vuelve, con energías renovadas y con un mandato legitimado para hacer y deshacer. Y no está dispuesto a repetir los errores del pasado.
Renuncia a tutelajes, dejando a los barones territoriales fuera de la ejecutiva federal. Busca conciliación y armonía, poniendo (así se prevee) a un hombre honesto y educado al frente de la secretaría de organización. José Luis Ávalos es una persona que habla sin pelos en la lengua, haciendo autocrítica por lo que ha hecho mal el partido, y que buscará la sintonía con los secretarios regionales a través del acuerdo, no por la fuerza como su antecesor César Luena.
Por último, Sánchez busca devolver al Partido Socialista al lugar que ideológicamente le pertenece, la izquierda. Y con ese lema irá al Congreso Federal del PSOE de los próximos 16 y 17 de junio: "Somos la izquierda". Vuelta a la socialdemocracia, vuelta a conectar con la gente, vuelta a pescar votos a sus rivales políticos. Esta vez el caladero es de color morado, el morado de Podemos, con el que también se tendrán que entender si quieren expulsar al gobierno corrupto de Mariano Rajoy, pues el bipartidismo ya está enterrado (esperemos que) para siempre. Sánchez e Iglesias tendrán que ir de la mano para devolver la dignidad y la confianza a una clase política con la que hace mucho tiempo que no se ven representados los ciudadanos.
Y Sánchez mira más allá del Canal de la Mancha para mirarse en el espejo. Un espejo que muestra a otro izquierdista, el laborista británico Jeremy Corbyn. Corbin también tuvo que enfrentarse a dos elecciones primarias y, al igual que Sánchez, las dos las ganó sobradamente. Ahora, tras reducir distancias con la conservadora Theresa May, el laborista promete también devolver al partido a su lugar. Habrá que estar con la vista fija sobre el país de la Unión Jack porque, quizá, para ver el futuro de nuestro país, haya que mirar hacia la ciudad del Támesis.

Imperator Caesar Cerverius