domingo, 3 de julio de 2022

JURASSIC WORST


Este dossier sirvió como guión para la grabación del podcast El Sótano de Bruce.

A continuación, os lo acerco, adaptado al formato escrito, para que puedan disfrutarlo los lectores que lo deseen.


Hoy me paso por aquí para hablar de Jurassic World: Dominion (2022), la última película de la saga jurásica y que da fin, de momento, a la franquicia.

De primeras, os diré que esta película ni me ha gustado ni me ha disgustado. Hay cosas que apruebo, puntos que me han hecho recordar ese Jurassic Park (1993) original y me han emocionado, pero también encuentro mucho, MUCHO metraje que no me gusta.

En otros tiempos, con un haterismo en sangre más elevado, yo podría haber dicho que “esta película es una mierda”, que “se han cargado la franquicia”, que “vaya dos horas y pico perdidas en el cine”… pero el tiempo me ha vuelto más templado y puedo reconocer que hay trabajo detrás de esta película y que nadie merece que se le eche por tierra lo que, sin duda, han intentado conseguir con esfuerzo. Así que me limitaré a decir que considero a esta Jurassic World: Dominion una oportunidad perdida. ¿Por qué? Porque lo tenía todo para brillar y, por lo menos para mí, se ha quedado como la sexta peor película de la franquicia (os recuerdo que son seis).

Y, ¿por qué lo tenía todo? Porque volvía Colin Trevorrow el director de la Jurassic Word (2015) que iniciaba esta segunda trilogía; porque teníamos a Michael Giacchino, que se ponía de nuevo delante de un pentagrama a componer la partitura; porque teníamos un recurso dramático muy poderoso, como la coexistencia entre dinosaurios y humanos en la Tierra; y sobre todo, porque volvían ellos: el doctor Alan Grant, la doctora Ellie Sattler y el doctor Ian Malcolm, los protagonistas de aquel Jurassic Park original de hace casi 30 años (que se dice pronto). Y, con todo esto, ahora puedo decir, después de haber visto la película, que “para este viaje no hacían faltas tantas alforjas”.

Qué falta de interés a la hora de escribir el guión; qué brusquedad en el momento de pulir los detalles; qué poco tacto al no buscar la sutileza en la intención de despertarte la nostalgia. ¡Una auténtica desidia! En el caso concreto de la nostalgia, te la tiran a la cara, como un cubo de agua helada, cuando ese sentimiento tiene que ser más bien una caricia que te roza el rostro y te despierta, sutilmente, en el interior, ese sentimiento que tuviste en el ‘93 cuando sólo eras un crío de 9 años y te llevaban por primera vez al cine.

Pero voy a dejar de irme por las ramas y vamos a entrar en harina con puntos concretos:

 

OJO, ALERT SPOILER.

Los puntos que se van a detallar pueden contener spoilers.

 

El retorno del cast original

La vuelta del mejor trío de científicos que ha visto Hollywood: Grant, Sattler y Malcolm. O sus alter egos: mi adorado Sam Neill, la siempre solvente Laura Dern y ese caótico Jeff Goldblum. Su presentación es una de las que te escupen la nostalgia en bruto. Así, sin vaselina ni nada. 

Primero presentan a Ellie Sattler, con una camisa rosa abierta y anudada a la altura del ombligo. O sea, exactamente IGUAL que en la Jurassic Park original. Sutileza cero. Pero bueno, por si había algún despistado por ahí, que la reconozca. 

Con Alan Grant, me parece correcto lo que hacen. Él sigue dedicándose a lo único que sabe hacer bien: buscar esqueletos de dinosaurios. Pues continúa dirigiendo su propia excavación. Bien por aquí. 

Pero, entonces, llega Ian Malcolm. Nos ponen al mismo Ian Malcolm que en Jurassic Park. AL MISMO. O peor. Todo de negro, con pantalones de cuero, camisa desabotonada y comportándose como un joven de 15 o 16 años. Es que ni siquiera el Malcolm de Parque Jurásico hacía tantos comentarios tontos. Aquí parece que el paso de los años le han hecho involucionar, cosa que topa con su aparición al final de Jurassic World: El reino caído (2018), cuando comparece ante el Congreso. De negro, sí, pero con un traje, para dar su opinión como experto. Ahí aparece mucho más moderado. Sigue creyendo en las teorías del caos, sí, pero la edad le ha dado sabiduría y mesura. Aquí, en Dominion, tenemos a un crío en la edad del pavo.

 

Los efectos especiales

¿Qué pasa con los efectos? ¿Por qué en 1993 veíamos dinosaurios más creíbles que en 2022? Si no puedes hacer un primer plano a un dinosaurio porque no vas a invertir el tiempo y dinero necesario para que soporte la visión del ojo humano, pues no lo haces. Lo sacas desde más lejos, le pones un filtro a la cámara, intentas que sea de noche o con lluvia, para disimular, pero no me lo sacas y “si cuela, cuela. Y, si no, me la pela”.

Tuve que llegar a casa y buscar información en internet pensando “esto no puede haberlo hecho ILM, Industrial Light and Magic”. Pues sí, es de ILM. ¡Qué decepción!

 

La Banda Sonora

La música, tres cuartos de lo mismo. Estaba viendo la peli, escuchando la banda sonora, y yo pensando “esto no puede firmarlo Michael Giacchino. Han tenido que buscarse a otro”. Pues me quedé a ver los créditos finales y, efectivamente, MUSIC BY MICHAEL GIACCHINO. ¡Qué desazón!

Michael, ¿qué has hecho? ¡Con lo que tú has sido! Que te marcaste una banda sonora de impresión en Jurassic World. Siguiendo la estela marcada por el Maestro John Williams, pero dejando tu propia impronta, creando temas originales pero que recordasen a Parque Jurásico. Y llegas aquí, al cierre de la trilogía, donde todo tendría que ser épico, y te pones en piloto automático. ¡Peor! porque piloto automático habría sido coger algún tema de Jurassic Park, coger el tema de Jurassic World y darle al repeat. Aquí, incorporas alguna vez el tema de Parque Jurásico, bien, eero es que el de Jurassic World yo creo que ni aparece. Sin duda, una oportunidad perdida para reivindicarte a ti mismo. Después, vas completando la composición con unas melodías, que no me pegan nada, y que recuerdan más a Star Wars (1977) que a otra cosa. Finalicé la cinta MUY descontento con el tema musical.

 

El argumento

Y luego, la historia en sí. Muy rebuscada. Un guion muy adulto, no por su complejidad, sino por lo enrevesado. Esta película va a ir a verla un montón de críos. Todos hemos tenido alguna vez la fiebre de los dinosaurios. Es algo que aparece y no puedes evitarlo. Y no digo que se tenga que hacer una película para niños. Digo que se debería realizar una cinta que puedan ver adultos, jóvenes y niños. Que todos puedan seguir el hilo y se sientan cómodos y gratificados. Yo tenía en el cine a un crío de unos 8 años, al lado, que no hacía más que removerse en la butaca. ¡Y con razón! Yo le miraba y me daban ganas de decirle “te estas aburriendo, ¿verdad? Yo también”.

Y es que tenemos una primera parte de la película en la que no ocurre nada. NADA. Te muestran un poco lo de que los dinosaurios están sueltos, pero luego ya pasan de este tema y se centran en el complejo de Biosyn.

Tenemos cosas increíbles. Increíbles no de fantásticas y maravillosas, sino de las que no te puedes creer. Por ejemplo, vemos a Chris Pratt intentando cazar a un dinosaurio a caballo. Le echa el lazo y luego quiere amarrarlo a la silla de montar. Que yo pensaba “si al dino le da por tirar, va a arrastrar al pobre caballo por el suelo, inútil”. Supongo que la escena está para que te recuerde a la cacería de dinosaurios de Jurassic Park: El mundo perdido (1997), pero ahí, al menos, iban con todoterrenos y les lanzaban dardos tranquilizantes.

Nos plantean a un malo que al principio me gusta. Además, ese actor, Campbell Scott, creo que actúa muy bien… pero no aquí. No en Dominion. Como digo, al inicio de la película tenemos un villano inteligente, que se ha hecho con un contrato del Gobierno para manejar la reserva de dinosaurios, pero luego vemos que, cuando las cosas no le salen bien, parece que tiene rabietas y patalea. Además, la trama de que la plaga de langostas sólo ataque a las plantaciones que no tienen sus semillas, me parece mucho forzar. Es muy cantoso y, si sospechasen las autoridades, obviamente le quitarían todos los contratos.

Paradójicamente, los dinosaurios no son los protagonistas de la cinta. El hecho de que la historia, en lugar de centrarse en los dinosaurios sueltos, lo haga en la niña, Maisie (la clon), me interesa muy poco. A mí, sácame dinosaurios, que esto se llama Jurassic World, no The Clone Wars (2008-2020).

No hay que olvidar que ésta es una película de cierre. Sácame bien de actores. Llama a Tim y a Lex, los nietos de John Hammond, para que se pasen por aquí. ¿Qué están haciendo ahora Joseph Mazzello y Ariana Richards? Ya os lo digo yo: nada. Si les llamas para que aparezcan en Dominion, igual hasta te lo hagan gratis. Saca a los sobrinos de Claire. Que eran un poco insufribles, sí, pero ya que estamos cerrando la saga, dales sus 10 segundos en pantalla. Ese tipo de apariciones le habrían dado al largometraje una mayor cohesión con el resto de la franquicia.

 

Como veis, estoy disgustado. Más por lo que podría haber sido esta cinta (y no lo ha sido), que por la película que ha resultado en sí. Al final, remonta y tiene un último tramo bastante trepidante y bueno. Cuando se juntan Owen y Claire con Alan, Ellie e Ian, es un momento mágico. La lucha final del giganotosaurus contra el T-Rex le da bastante intensidad al final. Que todos sabíamos que el Rex terminaría venciendo, porque es el emblema de la saga, pero aun así te mantiene en tensión.

Jurassic World Dominion tiene, pues, toquecitos que te siguen haciendo vibrar y despiertan un poco el niño que hay en ti, pero no deja de ser en momentos anecdóticos, cuando esa sensación la deberíamos haber tenido durante TODA la puñetera película, no a ráfagas sueltas.

La película será un éxito de taquilla (ya va por unos 750 millones de recaudación), pero no creo que llegue a las cotas de sus predecesoras. Tanto Jurassic Word como El reino caído sobrepasaron los 1000 millones cómodamente. Desde luego, no va a ser ningún fracaso, y, por supuesto, no supondrá el fin de la franquicia. Yo espero que dejen unos años en barbecho. Pasaron unos 14 años desde Parque Jurásico III (2001) y Jurassic World, así que espero que, al menos, sí que se esperen unos 10 años antes de pensar en revivir saga de los dinos con una tercera trilogía.

Supongo que todos los que estéis leyendo este artículo habréis visto la película, pero si algún rezagado ha preferido visitar antes este blog, decirle que sigo recomendando, aun con todo lo dicho, que vea esta película. El hecho de que no sea lo que esperábamos de ella, y que pudiese haberse sacado mucho más partido a la trama, no quita para que sea una película “relativamente” entretenida y que todo seguidor de la Saga Jurásica sabrá valorar en mayor o menor medida.

 

Imperator Caesar Cerverius