El otro día hablamos de
la construcción del Titanic, pero antes de acercarnos al relato de los eventos
de su primer y único viaje, vamos a aproximarnos a las personas que viajaban en
el transatlántico, pues la historia no solo está compuesta por un listado de
sucesos, sino que hay un componente social, que es el que nos acerca a las
realidades del pasado.
De las 2208 personas que
dijimos ya en el post anterior que viajaban en el Titanic, casi novecientas
personas componían la tripulación de las cuales[i]:
66 personas pertenecían a
la tripulación de cubierta entre oficiales, marineros, vigías y contramaestres.
El trabajo de los oficiales
consistía en comandar a la tripulación de cubierta y asegurarse que todo en
el buque funcionara de forma correcta. De entre los oficiales, debemos destacar
al capitán Edward John Smith, era un hombre con gran carisma entre los
pasajeros y muy respetado, por no decir el oficial más respetado de la White
Star Line, él había comandado los buques más granes y nuevos de la compañía desde
1904; el viaje inaugural del Titanic iba ser su último viaje antes de jubilarse.
El primer oficial William Murdoch, venía de trabajar previamente en el RMS.
Olympic, él iba a ser en un principio el jefe de oficiales y segundo al mando
del Titanic, sin embargo, la incorporación de última hora de Henry Wilde como segundo
al mando, hizo que Murdoch pasara a un tercer puesto, tras él le seguían 2do
oficial Charles Lightoller, 3er oficial Herbert Pitman, 4to oficial Joseph
Boxhall, quinto oficial Harold Lowe y sexto oficial James Moody. Sin embargo la
tripulación de cubierta no solo eran los oficiales, junto a ellos trabajaban los
contramaestres, que estaban a cargo del timón; los marineros, a los que se les encomendaba
el mantenimiento y buen funcionamiento de los dispositivos de a bordo; los
vigías que trabajaban en la cofa, entre ellos, Alfred Evans, Frederick Fleet, siendo este último el vigía
quien avistó el iceberg y realizó la llamada de aviso al puente de mando o
Reginald Lee, que era entre otros, era el vigilante de la torreta de observación[ii].
Imagen 1. Los oficiales
del Titanic, en la fila superior de izquierda a derecha Hugh McElroy (comisario
de abordo), Charles Lightoller, Herbert Pitman, Joseph Boxhall, Harold Lowe; en
la fila inferior de izquierda a derecha James Moody, Henry Wilde, Edward Smith,
William Murdoch.
Imagen 2. Los cuatro
oficiales supervivientes. En pie de izquierda a derecha: Harold Low, Charles
Lightoller, Joseph Boxhall; sentado Herbert Pitman.
325 personas eran
mecánicos y servicio de mantenimiento compuesto por fogoneros, carboneros,
engrasadores, electricistas...
El equipo de mecánicos
estaba a cargo del ingeniero jefe Joseph Bell, trabajan en las cubiertas
inferiores del transatlántico en la gigantesca sala de máquinas y su trabajo
era la de mantener el barco en marcha y hacerse cargo de su mantenimiento
técnico. El Titanic contaba con 29 calderas en las que trabajaban 300 fogoneros
bajo el mando de Frederick William Barret, fogonero jefe, y, en malas condiciones
de salubridad expuestos a los nocivos gases y a altas temperaturas durante
largas y duras jornadas de trabajo; solo unos pocos fogoneros sobrevivieron al
naufragio, entre ellos Arthur John Priest, que sobrevivió a otros tres
desastres marítimos más, entre ellos al hundimiento en el mediterráneo del RMS
Britania (barco gemelo del Titanic, el que os comentamos que en un principio
iba a llamarse Gigantic) durante la I Guerra Mundial en 1916, o, George William
Beauchamp, que en 1915 sobreviviría también al hundimiento durante el mismo
conflicto del Lusitania frente a las costas de Reino Unido.
Imagen 3. Ingeniero jefe
Joseph Bell.
Imagen 4. Fogonero jefe
Frederick William Barret.
Imagen 5. Fogonero Arthur
John Priest.
Imagen 6. Fogonero George
William Beauchamp.
494 personas componían el
equipo de atención al pasaje, sobrecargos, mayordomos, camareras de habitaciones,
cocineros/as, operadores de radio, camareros de bar, etc.
Su trabajo consistía en
cuidar las instalaciones destinadas a los pasajeros, limpieza y cuidado de los
camarotes y atención a los pasajeros. El sobrecargo jefe fue Hugh McElroy
(imagen 1). En el equipo de atención a los pasajeros, también estaban los dos
radiotelegrafistas Jack Phillips y Harold Bride, que fueron de los en primeros,
aunque no los primeros[iii], en radiar la nueva señal
de auxilio S.O.S (Save Our Souls /Salvad Nuestras Almas)[iv]. En el equipo estaba
Violet C. Jessop (1887-1971), una joven camarera de habitaciones de origen
anglo-argentino, que tuvo la suerte de ser uno de los pocos miembros de este
equipo de sobrevivir, sin embargo, su historia de supervivencia no termina
aquí, ya en 1911 sufrió la colisión del Olympic con el buque de guerra HMS Hawke
y en 1916, cuando servía en el HMHS Britania, al que habían reconvertido en
buque hospital, el barco choco con una mina submarina, lo que provocó su
hundimiento en aguas del Mediterráneo, una vez más Violet consiguió ponerse a
salvo. Como asistente de camarero en el restaurante de primera clase à la Carte
trabajaba el joven español Joan Javier Monrós de veinte años, su cuerpo fue
rescatado del mar, pero al ver que estaba sin vida, fue devuelto al mar.
Imagen 7. Violet C. Jessop,
camarera de habitaciones en el Titanic, auxiliar-enfermera en el Britannic.
Imagen 8. Frederick
Fleet, vigía en la campana de cofa.
Junto a la tripulación,
viajaban otros dos equipos más por un lado el grupo de garantía, eran nueve obreros
del astillero Harland and Wolff que habían sido seleccionados para acompañar a
Thomas Andrews en el viaje inaugural del buque, lo que no dejaba de ser un orgullo.
Su cometido en el viaje era solucionar cualquier posible pequeño inconveniente que pudiera surgir, que requiriera de sus labores. Los trabajadores ocupaban camarotes
en primera y segunda clase y eran considerados pasajeros[v], el equipo lo formaban: William
Henry Campbell (ayudante carpintero), Roderick Robert Crispin (dibujante),
Alfred Fleming Cunningham (ajustador), Anthony Wood Frost (ajustador), Robert Knight
(ajustador), Francis Parkes (fontanero), Henry William Marsh Parr
(electricista), Ennis Hastings Watsons (ayudante electricista) y John H.
Hurchinson (carpintero).
Por otro lado, la
orquesta del Titanic compuesta por ocho músicos, la orquesta se dividía en dos conjuntos,
cada uno con su propio repertorio musical, el quinteto liderado por Wallace
Hartley (violinista), que amenizaba a los pasajeros de primera y segunda clase
y un trío que tocaba para los clientes del restaurante à la Carte. La
orquesta no había sido contratada directamente por la White Star Line, sino por
otra empresa C.W. & F.N. Black, por lo que no eran miembros de la tripulación,
sino que se alojaban en camarotes de segunda clase como pasajeros. La joven orquesta estaba
compuesta por Hartley a la cabeza, George Krins (violinista), John Jock
Hume (violinista), Percy Taylor (chelista), John Woodward (chelista), Roger
Bricoux (chelista), John Clarke (bajista) y Theodore Brailey (pianista). Durante el naufragio, ninguno abandono su puesto
tocando en la cubierta del barco hasta prácticamente el final, tratando de transmitir
calma y paz con su música, incluso en los momentos de mayor pánico.
Imagen 9. La orquesta del
Titanic.
De entre los y las pasajeros
más destacados, necesitaríamos hacer varios posts para cubrirlos a todos/as sin
embargo, os quiero acercar algunas de sus historias.
Pasajeros de primera
clase:
El señor y la señora
Straus, Isidor e Ida, él era un importante empresario judío germano con
nacionalidad estadounidense, congresista y copropietario de Macy´s en Nueva
York. Ambos tenían más de sesenta años y esperaban poder subir los dos a los
botes, al negarle el paso a Isador, Ida, decidió que ella no subiría tampoco al
bote, ambos dos caminaron juntos a su camarote, donde se dice que posiblemente
murieron ambos abrazados.
Imagen 10. El señor y la
señora Straus.
Benjamin Guggenheim empresario
estadounidense y magnate de la industria del cobre. Fue un gran amante del arte,
pasión que transmitió a su hija Peggy Guggenheim, la famosa mecenas de arte. En
el Titanic viajaba con una amante, que se salvó, sin embargo, él, al que no
permitieron subir a ningún bote, acercándose los momentos finales del barco,
fue a su camarote donde se cambio de ropa y se puso su mejor frac, cuando le
reprendieron por no llevar su chaleco salvavidas, supuestamente dijo “Moriré
vestido como un caballero, por favor díganle a mi esposa que morí cumpliendo con mi
deber”.
Entre las pasajeras de
primera clase, viajaba la británica Elsie E. Bowerman a la edad de 22 años. Fue
escritora, abogada y activista sufragista, miembro del Emmeline Pankhurst´s
Women´s Social and Political Union (WSPU), que luchó activamente por la
consecución de boto femenino, consiguió salvarse en el bote número 6.
Imagen 11. Elsie E.
Bowerman.
John Jacob Astor y su
mujer Madeleine Astor: John Astor, coronel del ejército estadounidense, era el hombre
más rico del barco, y, a su vez, también el más detestado entre los pasajeros
de primera clase, tras el escándalo provocado por divorciarse de su primera
esposa Ava Lowle Willing y casarse con Madeleine Talmage Force de dieciocho
años y a la que sacaba 29 años de diferencia de edad en aquel momento. Ambos
volvían de su larga luna de miel por Europa y Egipto. Madeleine sobrevivió, J.J.
Astor murió en el Titanic su cuerpo fue recuperado casi una semana después y
descansa en el Trinity Cementery de Nueva York. En un momento dado, John
Astor fue a buscar a su querida perrita las perreras para que no muriera sola y
asustada en una jaula, no solo sacó a su perra, sino que liberó al resto de
perros.
Margaret Brown, también
conocida como Molly Brown, fue socialité, activista social y filántropa.
Sus orígenes eran humildes, viajo en busca de fortuna al Colorado, donde
conoció al que sería su marido James Brown. El matrimonio se convirtió en
millonario tras el descubrimiento de una mina de oro. Molly era una de
las pasajeras más ricas a bordo del Titanic, sin embargo, no estaba bien vista,
entre aquellos pasajeros/as de familias aristocráticas o descendientes de viejas
fortunas, que veían en Molly una “nueva rica” que no estaba a su altura.
Margaret Brown sobrevivió al hundimiento a bordo del bote número 6, donde no
dudó en ponerse a los remos, e intento obligar a Frederick Fleet a volver a buscar
a posibles supervivientes allí donde se había hundido el Titanic, pasaría a la
historia como “la insumergible Molly Brown”.
En el bote número 6
también se salvó la geógrafa, periodista, decoradora de interiores, miembro
sufragista y exploradora Helen Churchill Candee, conocida por sus viajes de
exploración en el Sudesteasiático. Helen saltó al bote desde la cubierta cuando
este estaba siendo arriado, alcanzó la embarcación, sin embargo, se rompió el
tobillo, lo que le obligo a ir con muletas casi un año entero. Pese a lo
doloroso de la caída, junto con Margaret Brown, tomó uno de los remos para
ayudar a desplazar la embarcación.
Imagen 12. Helen
Churchill Candee.
Thomas Andrews, Jr., empresario
e ingeniero naval británico, se encargó del diseño, planeamiento y construcción
del Titanic, iba como pasajero y cabeza del grupo de garantía. Andrews se negó
a salvar su vida y murió ahogado en el Titanic.
Joseph Bruce Ismay
empresario británico, presidente y director de la White Star Line. Ismay salvó
la vida en el Titanic, subiendo a uno de los botes salvavidas, después de haber
ayudado a arriar varios de ellos. Este acto, considerado de cobardía, le valió severas
críticas tanto dentro de la compañía como en los prominentes círculos sociales británicos
y estadounidenses.
Lucy Noël Martha, condesa
de Rothes, filántropa y miembro de la alta sociedad, se puso a salvo en el bote
número 8, durante el hundimiento, tomó el timón de su bote dirigiéndolo durante
gran parte de la noche, consoló y trato de mantener la moral alta al resto de
supervivientes de su bote, hasta que fueron rescatados por el Carpanthia.
Imagen 13. La condesa de
Rothes, Lucy Nöel Martha.
Víctor Peñasco y
Castellana y Mª Josefa Pérez de Soto Vallejo, dos jóvenes españoles recién casados,
herederos ambos de grandes fortunas y patrimonios, subieron al Titanic en Cherburgo
para dar comienzo a su luna de miel. Víctor consiguió poner a salvo a su mujer y
a la doncella de esta Fermina Oliva y Ocaña en el bote número 8 gracias a la
intervención de la condesa de Rothes. El falleció en el hundimiento.
Entre los pasajeros de
segunda clase, encontramos al pastor bautista John Harper, que viajaba en el
barco junto a su hija de seis años, Annie Jessie Harper. A diferencia de Ismay,
para muchos las acciones de Harper fueron heroicas, ya que tras poner a salvo a
su hija en un uno de los botes, rehusó su puesto, para predicar y prestar su
apoyo a todos/as aquellas que precisaran aferrarse a la fe en los momentos
finales del Titanic. Murió ahogado.
También en segunda
viajaba el escritor Lawrence Beesely, profesor de ciencias y periodista británico,
tras sobrevivir al naufragio, escribió el bestseller The Loss of the SS
Titanic, donde relato sus vivencias y las de otros supervivientes.
Estos son algunos de los
principales testimonios de supervivientes y pasajeros de primera y segunda
clase, sin embargo, no hacen justicia a la gran cantidad de pasajeros que
viajaban a bordo del transatlántico, por no hablar, de los testimonios de
pasajeros de tercera clase, de los que no he podido transmitiros ninguno, tal
vez en un futuro post. Pero no por ello dejaremos de nombrarlos, la mayor mortandad
entre pasajeros/as se produjo, entre las personas de tercera clase, ya que no se les
permitió subir a las cubiertas de botes en un principio, mientras se evacuaban
a las mujeres y niños de primera y segunda clase, cerrando las verjas de
acceso, para cuando muchos y muchas consiguieron alcanzarlas, era demasiado
tarde. Entre los pasajeros de tercera clase, viajaban gran cantidad de familias
y jóvenes de diferentes puntos de Europa, siendo en su mayoría irlandeses, que soñaban
con granjearse un futuro en Estados Unidos, con ellos y ellas quedaron sus
sueños y esperanzas por encontrar una vida mejor.
Imagen 14. Cubierta del
Titanic.
Pero a bordo del Titanic, no solo viajaban personas, también viajaban animales: perros, gatos, un canario, varias gallinas y como
no, ratones y ratas. ¿Qué perros
viajaron a bordo? ¿Cuántos sobrevivieron? Se sabe que por lo menos en el
Titanic viajaron doce perros, todos pertenecían a pasajeros de primera clase,
ya que eran los únicos capaces de costear el billete de una mascota, que valía lo mismo que el pasaje de un niño.
Curiosamente en el Titanic, se había organizado para el
día 15 de abril (un día después del hundimiento) una competición de belleza
canina para entretenimiento de los y las pasajeras, tristemente jamás pudo
realizarse. De los doce perros, solo tres consiguieron sobrevivir, en los tres
casos se trataron de perros pequeños, fáciles de esconder dentro de una mantita
o bajo el abrigo, dos pomerania, una perrita llamada Lady, un perro que desconocemos su nombre,
y un pequinés llamado Sun Yat Sen.
Ben el
perro del capitán Smith, un wolfhound, estuvo a bordo del transatlántico, pero
no realizó el viaje, estuvo con el capitán la noche de antes del comienzo del
viaje, antes de partir, Ben fue desembarcado para que se quedará cuidando
a su hija, hasta la vuelta de éste.
Ann Isham, pasajera de
primera clase, viajaba con su dogo alemán, el can era demasiado grande para viajar
con ella en su camarote, pero han quedado testimonios, de que Elizabeth fue todos
los días a visitarlo a las perreras y paseaba de forma habitual con él por
cubierta. La noche del hundimiento, Elizabeth pudo subirse a un bote, pero
cuando le negaron que pudiera subir su perro, bajo del bote, ya que no quería
abandonarlo bajo ningún motivo, testigos del navío alemán SS Bremen, que paso por
la zona del hundimiento, aseguraron que entre los cadáveres que flotaban en el
agua, había el de una mujer abrazada a un perro de gran tamaño. Tristemente
jamás pudo constatarse la veracidad del testimonio, ya que jamás fueron
recuperados los cuerpos de Ann y su perro.
Ya hemos comentado como
John Jacob Astor fue a buscar a su perrita Kitty , una airedale terrier, con la
que murió, posiblemente fue él, el que liberara a todos los perros alojados en
las perreras de la cubierta F.
Triste es la historia de Frou
Frou, una caniche toy o un bichón boloñés, no está claro, a la que por su
tamaño y belleza habían permitido que viajara en el camarote con sus dueños
Helen Bishop y Dickinson Bishop. Tristemente ambos dos subieron a un bote y se
salvaron, el número 7, sin embargo, Frou Frou fue dejada en su camarote,
pues aparentemente no era posible llevar a la pequeña mascota con ellos. Tras
el hundimiento, para gran tristeza y remordimiento de Helen, que estaba muy
unida a su perrita, descubrió que, en el mismo bote, Margaret Hays había subido
con Lady en brazos, una pomerania, enrollada en una manta, y que, ella también
podría haber hecho lo mismo y salvado a la pequeña caniche.
William Dulles viajaba
con Dog, su perro fox terrier, alojado en la cubierta F, ambos dos se
ahogaron.
Gamin de Pycombe,
fue un bulldog de exposición propiedad de Robert Williams Daniel, Robert salvó
la vida, Gamin no tuvo la misma suerte, testigos supervivientes aseguraron
ver al bulldog corriendo por la cubierta los instantes finales del barco y luego
nadando en las gélidas aguas.
En el barco también
viajaban un chow chow (desconocemos su nombre), otro airedale terrier Billy
y un cavalier king charles spaniel Charles, todos ellos eran perros de
exposición, sus dueños reclamaron una indemnización a la White Star Line, por
la perdida de sus fieles amigos, en algunos casos consiguieron la
indemnización, en otros fue muy inferior a la solicitada.
Imagen 15. Los perros del
Titanic.
A bordo también viajaba Jenny,
la gata de la tripulación, la habían traído del Olympic ya en Belfast para que
cazara las ratas y ratones de las cubiertas de cocina y despensas. De ella se
cuentan dos historias: Jenny había tenido una camada de gatitos antes de
que el Titanic partiera de Southampton, la leyenda dice, durante el embarque de
los pasajeros, Jenny desembarco a todos sus gatitos al puerto y ella
misma abandonó el barco antes de que este partiera, poniéndose a salvo a si
misma y a su prole. Por otro lado, Violet Jessop, atestiguó que la gatita y su
familia seguían a bordo del transatlántico, que, durante el hundimiento, Jenny
llevó a todos los gatitos, junto al pinche cocina con el que tenía una relación
más estrecha, muriendo todos en el naufragio.
Elizabeth Nye, pasajera
de segunda clase, viajaba con su canario, ella se salvó en el bote 11, no se
sabe que ocurrió con el canario, pero posiblemente moriría en el naufragio.
En el post de hoy nos
quedamos con tristes testimonios, sin embargo, también con bonitas e increíbles
historias de supervivencia, son ellos y ellas, los seres vivos que viajaban en
el Titanic, tanto personas como animales, sus experiencias y recuerdos, la
verdadera historia del naufragio.
Miss Rocher de la Tormenta.
Mayo 2022.
Bibliografía y webteca.
Los secretos del Titanic.
National
Geographic.
Enciclopedia titánica.
https://www.mediterraneannatural.com/reflexionesopinamos/la-curiosa-historia-de-los-perros-que-viajaron-en-el-titanic/
www.titanic.pagesperso-orange.fre/page48htm
https://www.titanic-titanic.com/
www.wikipedia.es
https://es.wikipedia.org/wiki/Mascotas_a_bordo_del_RMS_Titanic
[iii] El
primer barco en utilizar la señal SOS fue el Slavonia cuando naufragó cerca de
las Azores en 1909.
[iv]
En realidad, el código SOS se eligió por ser un código corto, rápido y fácil de
radiar (tres puntos, tres rayas largas, tres puntos); sus siglas, en realidad, no
poseía ningún significado de los que se les han atribuido: Save Our Souls,
Save Our Ship, o Send Out Succour (salvad nuestras almas, salvad nuestro
barco, enviad ayuda), salvo tal vez, que algunos estudiosos han atribuido la
posibilidad de que fueran las siglas de si opus sit (si fuera
necesario).