lunes, 6 de febrero de 2017

YO ES YO


El que se va sin que le echen, vuelve sin pedir permiso.
Esto es lo que debe de pensar Pedro Sánchez que, tan solo cuatro meses después de dejar la secretaría general del PSOE, vuelve a la primera línea para presentarse a las primarias.
Recordemos que, aunque lo intentara, no fue el Comité Federal el que depuso a Sánchez, sino su propia dimisión al aprobar este órgano una resolución contraria a la proponía él. Quizá sea por eso por lo que el madrileño se siente legitimado para volver a intentar liderar el partido. Después de todo, el ex-líder socialista siempre tuvo el apoyo de las bases en lo referente al "No es No". Fueron algunos compañeros de partido (movilizados por Susana Díaz) los que buscaron apearle del sillón.
Sánchez vuelve, sí, pero parte de sus personas de confianza, como Óscar López o César Luena, se han pasado al "patxismo".
Con Sánchez de nuevo en escena, representando al sector crítico, y la previsible candidatura de Susana Díaz para personificar la continuidad de la actual gestora, la tercera vía que ofrece Patxi López es determinante. Si bien el vasco tiene pocas posibilidades de salir victorioso frente a esos dos pesos pesados, su apoyo a uno o a otro puede inclinar la balanza.
Una vez más, el destino del PSOE vuelve a estar en manos de la trianera. ¿Se arriesgará la presidenta de la Junta de Andalucía a unas elecciones a tres en las que, en cualquier momento, Patxi López podría renunciar y adherirse a la candidatura de Sánchez? ¿O preferirá dar un paso atrás, elegir el "mal menor" (muy de la Reina del Sur) y apoyar ella misma al ex-lehendakari con intención de que sea su marioneta? La pasada mala experiencia de la última vez que utilizó esta táctica con Sánchez puede haberle hecho descartar esa posibilidad, pero el miedo a una derrota es un acicate muy grande para que Díaz no se la juegue.
En sí, las candidaturas de Sánchez y López no defienden cosas muy distintas. Esto va, aunque a ellos les guste decir que es un debate de ideas y proyectos, de personas. Del que ocupe el sillón de mando, vamos.
López representa la moderación, Sánchez el sentimiento crítico y Díaz... Bueno, Díaz se representa a sí misma. Defenderá cualquier causa que le ayude a conseguir el poder.
El apoyo de Patxi López a Susana Díaz está, en principio, descartado. Los dos defienden políticas y formas de dirigir el partido muy diferentes. Aunque, como ya se sabe, la política hace extraños compañeros de cama.
Salga quien salga elegido de las primarias y del posterior congreso, tendrá que lidiar con mano izquierda, si quiere reunificar el partido, e integrar a sus rivales en la dirección. De lo contrario, el ruido de sables y la amenaza de un cisma sobrevolará de forma permanente al Partido Socialista Obrero Español.
Imperator Caesar Cerverius

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