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Los pilares de la Creación, fotografiado desde el telescopio espacial Hubble. |
Si te sientes solo, deprimido o abandonado, quizás te
interese leer este artículo. Vivimos en un planeta poblado por 6.000 millones
de personas, y aún así te sientes solo. Vayamos un poco más lejos. Nuestro sol
se encuentra a 150.000.000 de kilómetros, tan lejos que su luz tarda 8 minutos
en llegar a la Tierra, y aún así calienta sobremanera. Aún no se han encontrado
indicios de vida en toda esa inmensidad de espacio, estamos solos en esta inmensa
mesa de billar cósmica.
Vayamos más lejos; esta vez hasta la estrella más cercana a
nuestro Sol, Próxima Centauri. Si algún día abandonásemos nuestro sistema
solar, quizás sería el destino más plausible. Y aún así, la estrella se
encuentra a 5 años luz de aquí. Aún acelerando nuestra nave hasta unos increíbles
40 Km/s (4 veces más que la velocidad récord del Apolo X) tardaríamos en llegar
32.000 años, y eso que es la más cercana. 32.000 años de polvo estelar,
oscuridad, micrometeoroides y rayos cósmicos. Miles de generaciones nacerían y morirían
en esa nave perdida en la profundidad del espacio. Puede incluso que jamás
consiguieran alcanzar su destino.
¿Aún te sigues sintiendo solo? Bien, pues vayamos aún más
lejos, mucho más allá de los Pilares de la Creación, cruzando estrellas que
solo son rojas manchas en nuestros telescopios más potentes, e incluso más allá.
Donde posiblemente jamás podamos llegar, a 12.000.000.000 de años luz de
distancia (Recordemos que 1 año luz son 9 km seguido de 12 ceros, ahora multiplícalo
por 12.000 millones) ahí estamos ahora mismo, cuesta leer los ceros ¿Verdad? Es
casi en los confines del universo visible desde la Tierra. Llegamos a un agujero negro,
el lugar donde el tiempo y el espacio carecen de sentido. Un día hubo una
estrella en ese mismo lugar, mucho más masiva que nuestro Sol, con planetas orbitándola,
con vida inteligente como nosotros habitándolos, con gente que soñaba, que tenía
esperanzas e ilusiones. Piensa en todas esas historias perdidas en la oscuridad
cuando su estrella colapsó y explotó en una enorme supernova que lo arrasó
todo. Jamás nadie escuchará de nuevo sus canciones, sus historias, nadie leerá
sus libros ni aprenderá de sus errores y éxitos. Conquistadores, viajantes,
escritores, pensadores que desaparecieron para siempre en el oscuro abismo de
la singularidad, masticados por el implacable horizonte de sucesos, del que ni
siquiera la luz puede escapar. Tan lejos estaban de todo que jamás nadie sabrá
que existieron.
Esa…es la verdadera soledad.
-Rycumato.
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