En ocasiones, nos encontramos con la pregunta existencial “¿Cuánto vale la vida humana?”. ¿Acaso hay forma de calcular ese valor? No hablamos, pragmáticamente, de si por una vida merece la pena arriesgar tal o cual. Lo que ponemos en este artículo sobre la mesa es, teniendo en cuenta el mundo capitalista en el que nos encontramos, qué valor económico tiene una persona.
Como si de un Cash Flow se tratase, siempre podríamos calcular el “coste económico” de una vida sumando los gastos que ha generado (sanidad, educación, seguridad, etc.) y restando la riqueza que ha creado (nóminas, ganancias, etc.). La resolución matemática no sería fácil, por las muchas variables que intervienen, y sólo sería útil para una persona en concreto. Sin embargo, grosso modo, proponemos aquí una fórmula mucho más sencilla para calcular el coste de una vida humana. Una vida en concreto, la de Matt Damon. O, más particularmente, la de los personajes que ha interpretado.
El actor estadounidense Matt Damon ha participado en alrededor de 70 películas, siendo algunas de las más famosas El indomable Will Hunting (1997), la saga Ocean’s 11/12/13 (2001/2004/2007) o la franquicia de Jason Bourne (2002/2004/2007/2016). La recaudación global de sus películas asciende, entre personajes protagónicos, secundarios, cameos y de animación (cuya voz ha doblado él) a 8.678 millones de dólares. Sin embargo, los personajes interpretados por Matt Damon son conocidos por meterse en problemas y, algunos de ellos, han tenido que ser salvados por el gobierno estadounidense, sufragándose, pues, por el erario público americano. Hablamos de, ni más ni menos, que unos 900.000 millones de dólares. Ese sería el coste de todas las misiones de salvamento que se han puesto en marcha para recuperar a Matt Damon de lugares remotos en los que se encontraba retenido.
Por si no lo creéis, detallaremos a continuación cada uno de esos rescates:
OJO, ALERT SPOILER.
El argumento de las películas que se van a nombrar puede contener spoilers.
En honor a la verdad (1996) –
300.000 $
Durante la Primera Guerra del
Golfo, el especialista Andrew Ilario (al que interpreta Damon) forma parte de
un escuadrón de salvamento, a bordo de un helicóptero, con la misión de
rescatar un Black Hawk Derribado (nada que ver con la película homónima). Durante
dicha misión, el propio pájaro de Ilario es abatido, con lo que hay que poner
en marcha una segunda patrulla de rescate.
La película, en realidad, versa
sobre una investigación del personaje protagonizado por Denzel Washington
que busca determinar si la comandante de Ilario merece o no la Medalla de Honor
del Congreso a título póstumo.
El coste de la misión de salvamento para rescatar al especialista Ilario, y a los dos escuadrones, es de 300.000 dólares.
Salvar al soldado Ryan (1998) –
100.000 $
Esta obra maestra de Steven
Spielberg comienza con el desembarco de Normandía en la Segunda Guerra
Mundial. Día D, hora H. Encontramos, nada más empezar, una cruda y sanguinaria
escena, tan brutal como realista. Si sois capaces de aguantar los 27 minutos
que dura, podréis relajaros y “disfrutar”.
Una perspicaz secretaria se da
cuenta de que, en pocos días, se han escrito tres cartas de pésame informando
de la defunción de tres soldados apellidados Ryan. Los tres, hermanos, tienen
un cuarto miembro que ha saltado en paracaídas sobre Francia, como miembro de
la 101ª División Aerotransportada. Para evitarle un disgusto mayor a esa madre
(que ya tendrá bastante con haber perdido a tres hijos), el Estado Mayor decide
disponer un escuadrón para localizar al soldado James F. Ryan (la F es de Francis,
no de Frederick. Frederick es Nathan Fillion, a.k.a. Castle) y
enviarle a casa.
El Capitán Miller, un maestro con
un especial don para la estrategia e interpretado por Tom Hanks,
comanda a un grupo de diversos soldados entre los que se encuentran Hovarth,
Reiben, Upham, Jackson (tan religioso como certero con su rifle de
francotirador), Mellish, Wade y Caparzo.
Grandes dificultades tendrán que
superar para no acabar FOMARE (Follados y Machacados sin Remedio).
Si os gusta esta película, no os podéis
perder la miniserie de HBO Hermanos de Sangre (2001), centrada en la
compañía Easy, también de la 101ª División Aerotransportada.
El coste de la misión de localización y extracción del soldado Ryan se cifra en 100.000 dólares.
Titan A.E. (2000) – 200.000 millones
de $
Esta película de dibujos animados,
y su fracaso de taquilla, es la responsable de llevar al cierre a la Fox
Animation Studios.
La cinta comienza en 3028, con la
evacuación de La Tierra, al ser atacada por los Zerg, unos seres alienígenas compuestos
de energía. El científico Sam Tucker dejará a buen recaudo a su hizo y huirá
con la Titan, una nave con la capacidad de crear un planeta, terraformarlo y
generar vida en él.
Ya sé lo que estáis pensando.
¿Dónde leches está Matt Damon? Pues bien, años después, nos encontramos a Cale,
el hijo del científico, trabajando en una estación espacial. Este personaje
está doblado por Matt Damon. Un antiguo amigo de su padre, Corso, aparecerá
para convencerle de que tienen que encontrar la Titan y devolver a la humanidad
un lugar donde vivir.
Este largometraje tiene un ritmo
increíble y unos muy buenos efectos (quizá demasiado caros) que, en mi opinión,
la convierten en una gran película con un rechazo inmerecido.
Si sois fan de esta película de
animación, deberíais escuchar el podcast que le dedicó El Sótano de Bruce.
El coste de las naves espaciales
para evacuar al joven Cale Tucker (y al resto de la humanidad) de la Tierra,
está presupuestado en 200.000 millones de dólares. ¿Habría que dividirlos por
el número de pasajeros de todas las naves o se lo cargamos todo al bueno de
Matt?
Syriana (2005) – 50.000 $
Syriana es un thriller
político centrado en el conflicto geoestratégico del petróleo. Matt Damon
interpreta a Bryan Woodman, un analista especializado en el mercado de la
energía que, en una fiesta en ¡España! pierde a su hijo al electrocutarse en la
piscina de un emir. Poco a poco, se irá aproximando al príncipe Nasir y se
convertirá en uno de sus asesores. Nasir es partidario de una apertura del
régimen y una transición hacia la democracia, pero todo quedará truncado cuando
su padre elija a otro para sucederle en el cargo.
Las cosas se pondrán chungas
cuando el príncipe Nasir intente un golpe de estado, por lo que Woodman tendrá
que volver a Estados Unidos fletando un avión y contratando un servicio de
seguridad.
El coste de los servicios contratados por Bryan Woodman para volver a casa ascenderá a 50.000 dólares.
Green Zone: Distrito protegido
(2010) – 50.000 $
En plena Guerra de Irak, el
suboficial jefe del ejército estadounidense Roy Miller (interpretado por Matt
Damon) pertenece a un grupo de búsqueda de armas de destrucción masiva. Ya se
han sucedido varias misiones en las que el Servicio de Inteligencia ha fallado,
lo que ha puesto en peligro al comando de Miller sin obtener ningún éxito.
Miller se lo montará un poco por
su cuenta, pasando de Inteligencia, y gracias a un confidente irakí logrará
localizar a miembros del ejército rival. No obstante, en todo el transcurso
para conseguir documentos incriminatorios y capturar a los cabecillas enemigos,
Miller será hecho prisionero y torturado.
El jefe Miller será rescatado por
el ejército de Estados Unidos, pero él ya habrá aprendido una importante
verdad: No hay armas de destrucción masiva en Irak.
El coste del comando que rescatará a Miller se ha calculado en 50.000 dólares.
Elysium (2013) – 100 millones
de $
Avanzamos unos 130 años hacia el
futuro y nos encontramos una Tierra en decadencia, con superpoblación, pobreza,
contaminación, vandalismo, etc. Sin embargo, una estación espacial, llamada
Elysium, orbita alrededor del planeta y acoge a los ciudadanos más adinerados,
que tienen todo tipo de comodidades.
Debido a unos altos niveles de
radiación recibidos, Max Da Costa (el personaje interpretado por Matt Damon) está
condenado a morir en unos pocos días. Sin embargo, ya sabemos que Matt Damon no
es un tipo que se dé por vencido así como así. Se alía con unos
contrabandistas, que le equipan para ser un supersoldado, y planea llegar hasta
Elysium para conseguir uno de los sueros capaces de curar cualquier enfermedad
y que, por lo visto, abundan en esa estación espacial.
Ni que decir tiene que Max la lía
parda provocando un gran caos y destrucción en Elysium.
Los destrozos causados por Matt Damon y la seguridad privada puesta en marcha para intentar detenerle ascienden a un coste de 100 millones de dólares.
Interstellar (2014) – 500.000
millones de $
Un poco adelante en el tiempo,
pero menos que en la anterior película, nos encontramos una Tierra asolada por
una plaga que arrasa las cosechas. El mundo se queda sin qué comer y la
humanidad parece tener fecha de caducidad. La solución, dejar el planeta que la
vio nacer.
La NASA, o mejor dicho “lo que
queda de ella”, pone en marcha las misiones Lázaro, en las que doce reputados
científicos son enviados a otra galaxia, a través de un agujero de gusano, para
encontrar un planeta habitable en el que la humanidad pueda instalarse.
Como en algunas de las anteriores
cintas ya nombradas, Matt Damon no es el protagonista, sino Matthew McConaughey
(si está bien escrito será mera casualidad), que interpreta a Cooper, un
antiguo piloto que comanda la misión de encontrar el mejor de los planetas a
los que los doce científicos fueron de avanzadilla. Así, llegan al planeta del
Dr. Mann (nuestro Matt Damon), que ha estado enviando mensajes en los que dice
que el mundo al que llegó es óptimo para acoger la vida humana. Cuál será la
sorpresa cuando descubran que, en realidad, el Dr. Mann, que era considerado el
más valioso científico de los doce, ha estado falseando los datos que enviaba
porque se resistía a morir en ese páramo helado, con aire irrespirable y, por
supuesto, totalmente inválido para la vida.
Matt Damon interpreta a un villano
que no se ve venir y que casi da al traste con todo el proyecto.
Esta misión de búsqueda del planeta del Dr. Mann se lleva el premio de la más costosa de todos los largometrajes de los que hablamos hoy aquí: 500.000 millones de dólares (no lo paséis a pesetas, que os vais a marear).
The Martian (2015) – 200.000
millones de $
Por último, en 2015 (tranquilos,
que Matt Damon tiene 51 años y todavía podría requerir de nuestros impuestos
para ser salvado), Matt se nos hizo astronauta y viajó a Marte en la adaptación
de la novela de Andy Weir, The Martian. La historia es que se
levanta una infernal tormenta de arena en el planeta rojo y el equipo decide
volver a la Tierra, pero en el camino desde el campamento hasta la nave, Mark
Watney (nuestro protagonista) se extravía y es dado por muerto. Nada más lejos
de la realidad (Matt ya se ha visto en muchas como para que un poco de viento con
algo de tierra acabe con él), Watney sobrevive. Resulta que, como es botánico e
ingeniero mecánico (dos especialidades que no le van a venir nada mal), se las
arregla para sobrevivir en Marte hasta que vengan a buscarle. Así, organiza una
plantación de patatas e inicia la dieta del carbohidrato. Sólo carbohidrato.
También, gracias a su segundo campo de conocimiento, conseguirá hacer funcionar
el vehículo de corta movilidad y llegar con él hasta muchas millas del campamento,
donde hay enterrada (desmontada por piezas) una nave con la que salir fuera de
la gravedad marciana, donde podrá ser recogido por su antiguo equipo, que se ha
dado la vuelta a mitad de camino a la Tierra al enterarse de que Watney está vivo.
La bromita de la misión para volver a por Matt, con otra nave que hay que lanzar con víveres y demás recursos, cuesta la poco desdeñable cantidad de 200 millones de dólares.
Como veis, el monto presupuestado
para realizar los rescates supera en 100 veces la recaudación de todas sus
películas (de las que no sólo él es responsable). Aun así, seguiríamos
sufragando otros 900.000 millones, si hiciesen falta, para rescatar al actor de
la sonrisa pícara. No obstante, Matt, intenta no meterte en tantos líos, que
nos vas a dejar en la ruina.
El calculo del coste de estas
misiones de rescate fue realizado por el investigador australiano Kynan Eng
y expuesto en la comunidad virtual Quora.
Imperator Caesar Cerverius
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