Por 13 razones es una serie de televisión que trata la historia de una chica que, antes de suicidarse, graba en unas cintas de cassette las causas por las que ha decidido quitarse la vida. La serie de Netflix es un producto de extrema calidad con una gran interpretación de los actores, una fantástica banda sonora y un guión desgarrador que te rompe el alma capítulo a capítulo.
Pero éste no es un artículo sobre esta ficción televisiva, aunque no pueda dejar pasar la oportunidad de recomendársela. Éste es un artículo sobre esas razones que pueden llevar hasta el límite a una persona.
Hanna Baker, la protagonista de la serie, es una adolescente que sufre acoso escolar y que tiene que lidiar con otros problemas típicos de esa etapa de juventud. En el mundo real, cada persona, ya sea joven o vieja, tiene sus propios problemas. Algunos más livianos, otros más graves. Algunas de esas personas están rodeadas de gente que les quiere y cuenta con su apoyo. Otras, están solas frente a las adversidades. Hay un tercer tipo, las que, aun teniendo a gente a su alrededor, se sienten que están solas y abandonadas a su suerte. Esas personas son,quizá, las más incomprendidas.
Cualquiera de la gente de estas tres clases suelen lanzar llamadas de socorro, más o menos claras pero, los que estamos alrededor, no siempre acudimos en su ayuda.
La sociedad en la que vivimos nos ha insensibilizado. El individuo cada vez mira más hacia dentro de sí mismo. Le cuesta abrirse si no es a través de una pantalla y una conexión de banda ancha. La violencia televisiva nos ha vuelto impermeables al dolor ajeno. Nos es más fácil apartar la mirada y fingir que no nos incumbre que implicarnos y vernos envueltos en una situación comprometida. Hemos perdido parte de ese humanismo que nos permitía empatizar con otros miembros de nuestra especie.
Pero hay personas que, en su soledad y desesperación, necesitan ese apoyo. Algo tan sencillo como una sonrisa, una cara amiga o una mano en el hombro.
Lo que siempre se ha conocido como "ser buen cristiano" no es sino tener un poco de civismo y humanidad.
Yo tengo una teoría, a la que llamo "justicia universal". Consiste en que tú, al hacer el bien a alguien, hará que al que se lo hagas continúe con otros y termine volviendo a ti, a través de terceros, redundando el tu beneficio. El bien conduce al bien.
Para nosotros, una simple palabra de apoyo puede significar una nimiedad pero, para el que lo necesita, es un mundo que se abre para seguir conectado a él.
Por eso os animo abráis los ojos, arriméis el hombro y deis ese pequeño apoyo a quien lo necesite. Quién sabe si estaréis salvando una vida.
Imperator Caesar Cerverius